Declaraciones

Adolfo Pérez Esquivel se mostró preocupado por la "propagación de los discursos de odio"

"El atentado contra Cristina Kirchner mostró lo peor de la violencia política", sostuvo el premio Nobel de la Paz en declaraciones a una radio.

El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, sostuvo que se encuentra "preocupado" por la "propagación de los discursos de odio" en la Argentina tras el ataque y las amenazas que recibe la vicepresidenta Cristina Kirchner.

"Me preocupa la propagación de los discursos de odio. La oposición política es necesaria en toda democracia para buscar el bien común, pero se está confundiendo el rol de oposición con el de enemigos'", señaló Pérez Esquivel en declaraciones radiales.

La Vicepresidenta recibió amenazas de muerte el lunes por la tarde a través de un llamado telefónico al número 911 que se detectó en La Plata, según confirmaron fuentes del Ministerio de Seguridad, y ante este hecho, la jueza federal María Eugenia Capuchetti ordenó reforzar la custodia de la exmandataria.

El llamado intimidatorio se produjo once días después del intento de asesinato por parte de Fernando Sabag Montiel, quien se encuentra detenido en el marco de una causa que instruye Capuchetti y en la que también actúa el fiscal Carlos Rívolo.

"El atentado contra Cristina Kirchner mostró lo peor de la violencia política. La intolerancia y el intento de derrocar Gobiernos se da en todo el continente. Antes era a través de Golpes militares, ahora es a través del lawfare", sostuvo Pérez Esquivel.

En esta línea, recordó que el odio exacerbado "no construye a la democracia", sino que "al contrario, lo ataca".

"Los grandes medios hegemónicos, están fomentado esas políticas", señaló el referente, haciendo alusión a la editorial que ayer salió en Clarín, titulada "La bala que no salió, y el fallo que saldrá".

Y afirmó: "El editorial de Pablo Vacca contribuye a fomentar la división y la violencia. Los medios de comunicación aquí y en la región atacan Gobiernos populares".

Finalmente, el dirigente del movimiento de derechos humanos que denunció a la última dictadura cívico militar sostuvo que "si la oposición no construye a favor del pueblo, está en su contra".

"Si el cántaro sigue lleno de porquería, no podrá entrar la luz. Yo estuve en la misa de Luján y fue triste que no haya habido nadie de los partidos opositores presentes. Era para orar y para pedir", concluyó.