Alberto Fernández le pidió a Macri que dé asilo en la embajada argentina a ex funcionarios bolivianos
Mauricio Macri y Alberto Fernández conversaron sobre la renuncia de Evo Morales, cuando aún es incierto si se asilará en la Argentina o en otro país de América Latina. El presidente electo le envió al presidente de la Nación un WhatsApp en el que proponía un diálogo entre ambos para analizar la crisis de Bolivia. […]
Mauricio Macri y Alberto Fernández conversaron sobre la renuncia de Evo Morales, cuando aún es incierto si se asilará en la Argentina o en otro país de América Latina. El presidente electo le envió al presidente de la Nación un WhatsApp en el que proponía un diálogo entre ambos para analizar la crisis de Bolivia.
Macri aceptó y conversaron por teléfono durante diez minutos. No está previsto una declaración conjunta entre Macri y Fernández, frente a la crisis institucional que afecta a Bolivia.
Es que para Fernández se trata de un golpe de Estado y para Macri una salida traumática a un proceso electoral viciado que tuvo como principal protagonista a Morales.
Desde que Morales anunció su renuncia, se especuló con la posibilidad de su llegada a Buenos Aires como exiliado político. Pero a continuación se desmintió esa posibilidad, así como que había solicitado “permiso de sobrevuelo” para aterrizar finalmente en Aeroparque o Ezeiza.
Macri estuvo en contacto con Jorge Faurie para conocer las últimas noticias desde Bolivia, a la vez que conversaba con Marcos Peña. El presidente aún no fijó posición oficial sobre la renuncia de Morales, y el canciller aseguró que si el líder boliviano pide asilo en Argentina, “será un asunto de absoluta resolución” de Macri.
La renuncia de Morales exhibe las diferencias políticas que existen entre Macri y Fernández. El presidente respaldo el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que demostró que hubo fraude electoral en los comicios que habían consagrado a Morales.
“Te pido que a los que vengan y pidan asilo los preserves y protejas”, le habría manifestado Fernández según contaron muy cerca suyo esta noche tras varios intercambios telefónicos entre el presidente electo y referentes de su espacio con líderes de la región y allegados a Evo Morales.
En la reconstrucción del diálogo del que sólo ellos dos tienen precisión, la respuesta de Macri habría sido que “eso sólo en la medida en que no pidan la detención”. Fernández le habría insistido con la su situación de inseguridad en la que se encuentran ex funcionarios del gobierno de Evo Morales. “Eso es complicado”, respondió a su vez el presidente en ejercicio que tiene una visión muy diferente de la institucionalidad en el vecino país.
Fernández habría intentado convencer a Macri con el temor de que “puedan matarlos”.
Al margen de la conversación telefónica que Macri mantuvo con Fernández, el gobierno emitió un comunicado adonde insta a preservar la paz social y al diálogo político, pero que en ninguno de sus párrafos califica a la renuncia de Morales como la consecuencia directa de un golpe de Estado.
“El gobierno argentino hace un llamado a todos los actores políticos y sociales bolivianos para preservar la paz social y el diálogo, enfatizando la importancia de encaminar este período de transición que se ha abierto por las vías institucionales que establece la Constitución de ese país”, sostiene el comunicado que se redactó en la Cancillería.
Y concluye: “Resulta imprescindible que todas las fuerzas y dirigentes políticos bolivianos actúen en este delicado momento con responsabilidad y moderación”.
Tras el comunicado oficial y los tuits de Fernández y CFK, las posiciones frente a la renuncia de Morales quedaron explícitas.