Drama
Alquileres: poca oferta, condiciones imposibles y estafas
La ley de alquileres vigente no resultó una solución ni para inquilinos ni para propietarios. A partir de su sanción, la oferta disminuyó drásticamente y los precios crecieron.
La Ley de Alquileres que rige desde el 1 de julio de 2020 no funcionó. Alquilar en la Argentina se convirtió en una quimera. Hace un tiempo circuló un video en Tik Tok que recibió cuatro millones de visitas en el que Enzo Sivila ironizaba sobre los requisitos que piden las inmobiliarias. “Queremos alquilar, no entrar a la NASA”, decía con humor el jujeño, que hizo el video porque su hermana no conseguía vivienda en la capital de su provincia.
En todo el país la baja de oferta de inmuebles para alquilar a tres años, indica la ley, cayó muy fuerte que según un informe de Mercado Libre en colaboración con la Universidad de San Andrés apenas el 6% de las publicaciones en la plataforma corresponden a propiedades en alquiler, mientras que el 94% restante son propiedades en venta.
Hay muy pocas ofertas y a precios elevadísimos . Lo que recientemente salía $ 70.000 ya cuesta casi el doble e nuestra ciudad. Una casa con dos ambientes y fondo cuesta más de 100 mil.
El problema es que con la nueva ley en el primer año el aumento de alquiler fue de 50% y ahora en el segundo un 70%”.
Bien informada, añade: “La última vez que alquilé con la ley anterior tenía un aumento que más o menos rondaba entre un 13 y un 18% semestral. Entrabas pagando un precio y ya sabías lo que ibas a pagar en seis meses. Con esta nueva ley uno no sabe cuánto le van a aumentar. Se entera el mes que le toca el aumento, porque ese índice el Banco Central lo actualiza mes a mes, y ahora es del 95%. Es una lotería. La realidad es que esta ley no le sirve a nadie, ni a propietarios ni a inquilinos. Si sos inquilino, de un día para el otro no te dan los números. Y el propietario está un año entero con un precio que se devalúa, llega un punto que ni siquiera le genera ganancia”.
Para colmo, señala Julieta, hoy existe una suerte de “gris legal, porque las inmobiliarias no se rigen por la ley, prefieren hacer acuerdos privados entre las partes, donde pueden llegar a pedir valores inalcanzables. Lo que pasa es que mucha gente, entre la ignorancia y la desesperación, dice ‘bueno, acepto ahora y después veo’. Esto lo empecé a notar ahora, en el último mes. Es una locura que uno como inquilino tenga que exigirle a la inmobiliaria que cumpla la ley”.
Con la ley de alquiler se ganaron algunos derechos, algunas herramientas, pero lo cierto es que también con el sistema atado a la inflación, lo que produjo es que el ICL, el Indice de Contratos de Locaciones, fuera altísimo.
Hay varias razones para la baja cantidad de ofertas. La ley no discrimina entre los diferentes locadores. No es lo mismo un jubilado que tiene un solo inmueble y eso le ayuda a llegar a fin de mes. Si ve que le exigen que sea monotributista y después emitir una factura para seguir alquilando, retira la propiedad del mercado e intenta venderla. Ese es uno de los casos. Y después hay otra cuestión que también incide, que es el tema de las plataformas de alquileres temporarios en los grandes centros urbanos del país (como Airbnb), porque obviamente ahí los locadores perciben el alquiler en dólares. Ni hablar de las ciudades turísticas, donde las plataformas han ganado prácticamente todo el mercado.
Un informe de Mercado Libre expresa que la oferta de alquileres publicados en dólares en esa plataforma durante el primer trimestre de 2023 superó el 50% del total en el AMBA. El año anterior, el porcentaje era del 32%. La mayor parte de las propiedades para alquilar en dólares son casas (77%), mientras que los departamentos alcanzan al 34%. Esta restricción de la oferta hizo que los precios aumenten hasta un 144% en comparación con 2022.
Otro factor que incide en la dificultad para alquilar son los requisitos que piden las inmobiliarias. Piden recibo de sueldo y dos garantes que no sean jubilados, un mes de depósito en dos o tres veces, más pagar las firmas de la escribanía. Aunque para aceptar la garantía, el recibo de sueldo, tanto del inquilino y de los garantes, debe duplicar o triplicar el canon locativo. En este caso, si el alquiler es de 100 mil pesos, tanto mi recibo de sueldo como el de los garantes debería ser de 300 mil pesos.
Además la mitad de los alquileres están dolarizados. Un departamento con tres ambientes no baja de 450 o 500 dólares por mes y son los más baratos, después tenés 600, 1000 o 1500. Y por supuesto te toman el dólar billete, es decir el blue.
La baja en la oferta de los inmuebles destinados a vivienda particular con contrato de tres años ha hecho que ingresen al mercado otros inmuebles que no estaban ni a la venta, ni eran alquilados y están destruidos. Les hacen un lavado de cara lo ingresan y a los dos meses el inquilino se encuentra que está pagando algo muy caro y con problemas estructurales que no pude resolver.