Impacto ambiental

Argentina instalará paneles solares en sus bases antárticas

El proyecto está a cargo de un equipo de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el cual trabajará en la Isla Vega, a unos 60 kilómetros de distancia de la base Marambio

Con el objetivo de reducir la utilización de combustibles fósiles en la generación de energía para el funcionamiento de sus bases y refugios de la Antártida, Argentina avanza en la instalación de sistemas fotovoltaicos que permitirán reducir su impacto ambiental y costo logístico.

El trabajo está a cargo de un equipo de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el cual pondrá paneles solares junto a un sistema de acumulación de energía, en un refugio utilizado por investigadores de la Dirección Nacional del Antártico (DNA) dedicados a la glaciología en la Isla Vega, a unos 60 kilómetros de distancia de la base Marambio.

El ingeniero electrónico y doctor en Tecnologías Fotovoltaicas Hernán Socolovsky, es jefe del Departamento Energía Solar de la CNEA y en 2014 viajó a Marambio, para la instalación del primer sistema de energía solar fotovoltaica en el sector antártico argentino.  

Socolovsky contó que "en la CNEA veníamos trabajando desde 2011 sobre aplicaciones terrestres de la energía solar, concretamente con sistemas para que los usuarios puedan inyectar energía a la red cuando, en 2014, la Fuerza Aérea Argentina nos presentó la posibilidad de instalar este tipo de tecnología en la base Marambio, a fin de probar si era una ayuda para reducir el consumo de combustible de los generadores".

"La DNA nos propuso avanzar en un programa para aumentar la cantidad de estos sistemas en las bases antárticas argentinas; por eso, en 2020, instalamos un sistema de generación y acumulación en el refugio 'Elefante' que está cerca de la base Carlini y hasta donde cada verano los investigadores tenían que cargar un grupo electrógeno y todo el combustible para alimentarlo", añadió.

El ingeniero señaló que "en el verano de 2023 se instaló un sistema fotovoltaico en la base Carlini que le permite reducir una parte de su consumo de combustible, y, este verano, un equipo, de tres compañeros de la CNEA va a montar en Isla Vega un sistema similar".

"Como científicos, trabajar en este proyecto nos da la oportunidad de obtener información y nuevos datos como, por ejemplo, la eficiencia de los paneles solares en ambientes polares. Sabemos que el frío aumenta un poco el rendimiento de los paneles, pero la cantidad de meses sin sol limitan el uso de estos sistemas", añadió.