Océanos

Argentina se suma a un proyecto global para limpiar los océanos

La iniciativa GloLitter tiene como objetivo disminuir el uso de plásticos y crear estrategias de reciclado para proteger “el frágil entorno marino, las vidas humanas y los medios de subsistencia”.

En octubre de 2014, una ballena franca austral fue encontrada muerta en las costas de Puerto Madryn. Al estudiar el intestino del animal, el equipo de rescate de la ciudad chubutense encontró 128 de centímetros de soga de nailon y dos envoltorios plásticos.

Este es uno de los tantos ejemplares que sufren la contaminación marítima que generan las actividades humanas. De acuerdo al programa latinoamericano del Karen C. Drayer Wildlife Health Center, se han documentado más de 800 especies marinas afectadas por plásticos. Esto incluye al 100% de los tipos de tortugas marinas, el 40% de las ballenas y delfines, y el 44% de las aves marinas.

Para hacer frente a esta problemática, Argentina decidió formar parte de un proyecto impulsado por la Organización Marítima Internacional (OMI) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), cuyo fin es reducir el uso de plásticos en la industria del transporte marítimo y la pesca.

De esta manera, la iniciativa GloLitter brindará herramientas a los 30 países asociados para aplicar mejores prácticas de prevención y contención de basura plástica. Además, examinará la disponibilidad y situación de las instalaciones portuarias de cada una de las naciones participantes.

En relación a este problema, el investigador del Conicet Ignacio Chiesa explicó: “El plástico es muy usado, ya que es barato, liviano y fácil de producir. Pero, por otro lado, es muy resistente: una bolsa puede demorar hasta 600 años en degradarse, y una botella, 1.000”.

De acuerdo a la primera estimación mundial de contaminantes en el fondo marino, realizada por la agencia científica nacional de Australia, el número de microplásticos en aguas profundas duplica los valores registrados en la superficie del océano.

“Actualmente, solo el 9% del plástico que se produce es reciclado. La ONU ha indicado que, de mantenerse esta tendencia y no tomarse medidas al respecto, para el año 2050 existirán cerca de 12.000 millones de toneladas de desechos plásticos repartidos en vertederos y en los océanos, es decir, habrá más plástico que peces en los mares”, sostuvo Analía Fernanda Pérez, integrante de la Universidad Maimónides.

“La presencia de pequeños fragmentos plásticos en los océanos se señaló por primera vez en los años 70. Estos pueden formarse a partir de la descomposición de macroplásticos debido al efecto de la radiación solar, la oxidación y las fuerzas mecánicas (olas y vientos). También pueden ser incorporados directamente en el agua, como es el caso de las fibras sintéticas textiles, productos cosméticos y el desgaste de neumáticos, entre otros”, concluyó Chiesa.