La maniobras Capuchetti
Atentado a CFK: un show mediático para involucrar a la policía y otro favor para Milman
La jueza le cambió el nombre al expediente en el que se investigaba a los posibles autores intelectuales y lo juntó con otro donde apunta a la actuación de la Federal.
El legajo donde se supone que se investiga al diputado del PRO Gerardo Milman respecto de la autoría intelectual del atentado a Cristina Fernández de Kirchner dejó de existir como tal en el expediente ya que la jueza María Eugenia Capuchetti le cambió el nombre y lo juntó con otro, donde apunta a la actuación de la Policía Federal (PFA). La fuerza, en rigor, ya fue investigada. Pero la magistrada la puso en el centro de la escena a principios de mes cuando decidió quitarle al fiscal Carlos Rívolo la investigación que ella misma le había delegado dos años antes. No dio razones, pero fue justo después de quedar expuesta por testimonios (incluso el de su custodia policial) durante una audiencia del juicio oral por el intento de magnicidio, que evidenciaban irregularidades en los primeros meses de la causa. Parecía un manotazo de ahogado. Para redoblar la apuesta ahora citó como testigos a los policías que hicieron un sumario interno.
El contexto de este volantazo es relevante ya que en el juicio oral quedaron al desnudo situaciones anómalas comprometedoras para la jueza, en especial algunas vinculadas a la pérdida de información del celular del principal acusado, Fernando Sabag Montiel, el hombre que trató de dispararle a CFK. Después de eso le quitó la causa al fiscal con el argumento de que hace falta "un nuevo enfoque" porque según ella "no se ha profundizado suficiente" respecto del papel de la PFA. Enseguida reapareció en la escena pública Milman, que rompió un largo silencio. El diputado en teoría está imputado, pero como si supiera algo dijo: "no quiero spoilear a la jueza, pero ella esta semana ha retomado la conducción de la causa, así que creo que vamos a tener novedades importantes en los próximos días". "Pronto se sabrá quien le puso la pistola en la mano a Sabag Montiel", anunció en una entrevista el 5 de abril.
El legajo 45 que hasta hace unos días llevaba el nombre de Milman, como imputado, ya no lo tiene en su denominación. Ahora dice así: "Querellante: Fernández de Kirchner Cristina. Denunciado: Suárez, Mariela Rosario y otros s/legajo de investigación".
¿Por qué la Federal?
¿Qué quiere decir Capuchetti con que ahora investiga a la PFA? ¿Que la fuerza, que dependía de Aníbal Fernández como ministro de Seguridad está involucrada en algo ligado al atentado? Pareciera que quiere deslizar alguna teoría así, por incongruente que sea, o la idea de un armado que fogoneó Milman. Dejó trascender que revisará qué pasó el domingo 4 de septiembre de 2022, tres días después del ataque, cuando Brenda Uliarte, la exnovia de Sabag Montiel salió de una vivienda donde se juntaban los "copitos" en Barracas y pasó delante de dos policías del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) que debían haberla detenido, pero no lo hicieron.
La chica se fue a tomar el tren San Martín. Si era un intento de fuga, lo cierto es que fracasó, porque el organismo que seguía la geolocalización de su celular (la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado) avisó al juzgado que se estaba moviendo y la antena impactaba por Avenida de los Inmigrantes. Un secretario, Federico Clerc, dedujo que podría haber ido a Retiro, pero allí no la encontró. Pensó que podría haberse subido ya rumbo a San Miguel, su lugar de origen, porque el celular se seguía trasladando, e hizo parar la formación en Palermo. Una oficial de la Federal logró reconocerla y detenerla, pese a que estaba con gorro, barbijo y ropas que la cabrían.
A pesar de que todo esto se sabe desde que ocurrió (dos años y siete meses atrás), el último fin de semana Clarin publicó como si fuera novedad el video de cámaras de la calle del momento en que Brenda sale de Montes de Oca 1209 con Sergio Orozco, alias Checho, que integraba el grupo y quien la acompañó a tomar el tren. A la joven se la ve camuflada, como también había ido a Telefé a dar una nota absurda con el resto del grupo para despegarse del hecho. Los dos agentes que estaban de consigna fueron sumariados y castigados con cuatro días de arresto. Ahora que se recalienta este cambio de enfoque en los medios, Capuchetti citó como testigos desde este jueves a los cuatro efectivos que estuvieron a cargo de hacer el sumario administrativo interno.
Empieza un show para correr el eje en función de asuntos descartados por Rívolo. En un oficio que le mandó a la PFA, la jueza dijo que busca a los autores intelectuales. Algunos datos relevantes: La fiscalía ya investigó y analizó las llamadas de toda la custodia de la expresidenta, a cuyos integrantes también les intervino las comunicaciones y descartó connivencia o relación con el intento de asesinato; también estudió comunicaciones de todos los policías de la Ciudad de Buenos Aires y de la Federal que estuvieron en servicio en los operativos policiales en la zona de Juncal y Uruguay, donde vivía la entonces vicepresidenta, durante los días que hubo movilizaciones para respaldarla a cuento del juicio conocido como "Vialidad"; se conoce todo el recorrido que hizo Uliarte tras salir de Barracas y la detuvo la PFA (no parecería que hubiera un plan de amplio alcance y maquiavélico de la Federal para ayudarla). Una cosa es si desde la PFA se cometió algún delito y otra es si hubo negligencia.
Otros hechos que generan dudas: cuando Capuchetti mandó a los agentes de la DUIA a hacer inteligencia a la casa de Barracas, el viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, quien asesoró a CFK desde un comienzo, le pedía por favor a la jueza que allanara ese lugar y que detuviera a la chica. Ella prendía y apagaba el celular, pero la antena volvía a impactar en la zona. La jueza, sin embargo, se negaba a ordenar esa requisa, con un criterio garantista desconocido en Comodoro Py. Decía que si Uliarte estaba ahí no se iba a escapar porque estaba la Policía en la puerta. Tampoco se había ocupado de chequear que le hubieran intervenido el teléfono a la joven en cuanto lo pidió, y pese a que la policía tardó cuatro horas, no planteó en ese momento si eran cómplices o algo por el estilo. Más bien fue reticente a investigar a la PFA, su fuerza históricamente predilecta, por tradición familiar, a la que perteneció su padre.
El papel de Milman
La llamada "pista Milman" era hasta ahora eje de la causa residual sobre la autoría intelectual y/o pista política. El diputado, exmano derecha de la ministra Patricia Bullrich, quedó implicado cuando un testigo que trabajaba en Diputados dijo ante la jueza que lo escuchó decir dos días antes del atentado en el bar Casablanca en la esquina del Congreso frente a dos mujeres que resultaron ser sus asesoras la frase "cuando la maten yo estoy camino a la costa". Es historia conocida que cuando ellas declararon, Capuchetti no quiso secuestrarles sus celulares pese a que minitieron y se contradijeron. El diputado del PRO pidió denunciar al testigo y la jueza lo hizo.
Entre fin de octubre y diciembre de 2022, cuando la Cámara Federal ordenó incautar los teléfonos, éstos fueron borrados en una oficina de Bullrich (la única que no repudió el atentado). Al parecer, el de Milman también. En medio del revuelo por los celulares la jueza --que había sido recusada y su imparcialidad cuestionada-- le delegó la causa a Rívolo a modo, dijo, de "remedio procesal" que "propenda a la mejor administración de justicia y a la validez de los actos que se tomen". Ahora que cambió de idea, después de más de dos años, Rívolo la cuestionó por "arbitraria" y por no tener "fundamentos ni razonabilidad alguna". Llevó su queja a la Cámara Federal, que deberá pronunciarse.
Milman había presentado proyectos en Diputados sobre la custodia de CFK. Quince días antes del intento de magnicidio reclamaba información sobre su composición y parecía anunciar un autoatentado. Nunca se lo investigó seriamente y ahora, de pronto, su nombre desaparece de la carátula como imputado/denunciado. En la reciente entrevista, donde celebra que Capuchetti haya retomado la causa, vuelve con su teoría y dice que se trató que espera conocer "quiénes son los responsables reales de, entre comillas (sic), el atentado de Cristina Fernández de Kirchner".