Asistencia y desarrollo
BRICS: con Argentina a un paso de sumarse, qué son y quienes forman parte
China adelantó que propiciará el ingreso de la Argentina al grupo BRICS. Esa decisión le abriría al país las puertas para el acceso a asistencia en materia financiera.
Zhao Leji, el presidente de la Asamblea Popular China, el órgano supremo dentro de las instituciones del Estado, dialogó esta semana en Beijing con el diputado nacional del Frente de Todos (FdT) Máximo Kirchner y la titular de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, sobre el interés de su país en impulsar la integración de la Argentina al grupo de los BRICS.
El magnetismo que generan los BRICS
Por su parte, la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) de los Brics, Dilma Rousseff, se reunió en China con el ministro de Economía, Sergio Massa, a quien le comunicó que el directorio de la entidad la habilitó formalmente para que en la próxima reunión se vote el ingreso de la Argentina a esa institución.
Qué es y cuáles son los objetivos del grupo Brics
BRICS es un acrónimo que representa a cinco países, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y se trata de una asociación económica cuyo objetivo es potenciar las posibilidades de cada uno de sus miembros a través de, por ejemplo, la asistencia financiera para determinados tipos de proyectos.
Asimismo, en la actualidad, el grupo promueve un modelo de desarrollo con políticas para la erradicación del hambre y la pobreza a escala global para 2030, sustentado en la cooperación Sur-Sur y en la creciente vinculación entre naciones con economías complementarias y con similares objetivos económicos, políticos y sociales.
En su conjunto, esta alianza económica representa el 22% de la superficie continental, el 42% de la población mundial, el 24% del PBI mundial y contribuyen con el 16% de las exportaciones y el 15% de las importaciones mundiales de bienes y servicios.
Los BRICS constituyen en la actualidad un eje global de dimensiones cada vez más amplias, y cuyos efectos políticos y económicos se harán sentir con mayor fuerza en las próximas décadas, a medida que se consolide una nueva geopolítica multipolar, capaz de balancear el poder aparentemente omnímodo representado hoy por los Estados Unidos.
Origen del BRICS
A principios del nuevo siglo, el entonces director del grupo inversionista Goldman Sachs, Jim O'Neil argumentó en un ensayo titulado “Building Better Global Economic” que el potencial económico de Brasil, Rusia, India y China era tan grande que en pocas décadas, hacia el 2050, podrían convertirse en las cuatro economías dominantes del mundo.
El economista realizó un juego de palabras entre el acrónimo de Brasil, Rusia, India y China, BRIC, y el vocablo inglés brick, que en español significa ladrillo, para referirse a un bloque de países con grandes poblaciones, economías ascendentes, una clase media en proceso de expansión, y un crecimiento superior a la media global y potenciales herederos del poderío económico limitado a los miembros del llamado "G-7" -Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá-.
Esta idea fue tomada en cuenta con seriedad recién en 2006, a partir de una serie de encuentros entre los ministros de relaciones exteriores de cada país en las que discutieron sobre enfoques comunes y problemas económicos importantes de la agenda internacional.
En diciembre del 2010, los cuatro países acordaron la incorporación de Sudáfrica al mecanismo de los BRIC, así que en la actualidad se emplea BRICS para incluir al país africano.
En términos comparativos, y de acuerdo a información del Fondo Monetario Internacional, China es la economía más importante del grupo, representando más del 70% del poder económico colectivo, seguido de India con un 13%, Rusia y Brasil cada uno con aproximadamente el 7%, y finalmente Sudáfrica con un 3%.
En el contexto actual, la fortaleza de esta alianza radica especialmente en la sociedad establecida entre China como primera economía comercial a nivel mundial, y Rusia como principal proveedor de energía. En tanto que India es ya una de las principales potencias económicas a partir de la exportación de recursos naturales y cereales, Brasil se consolida a nivel global como uno de los principales actores de la escena agroalimentaria y Sudáfrica se convierte en una nación clave en la provisión de metales y minerales con amplios usos tecnológicos.
La importancia de la incorporación de Argentina al BRICS
El ingreso de Argentina a los BRICS es apoyado principalmente por India, Rusia y China (que actualmente preside este bloque de países) y se sustenta en la capacidad para proveer productos alimenticios como soja y cereales, junto con recursos estratégicos como el gas natural, el gas de esquisto, distintos minerales y, sobre todo, el cada vez más valorado litio. Además, Argentina posee un capital científico plenamente consolidado, entre otros aspectos, con especialización en biotecnología y en tecnología logística aplicada.
La titular de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, junto al presidente de de la Asamblea Popular China, Zhao Leji. (Foto: captura de pantalla Twitter @ceciliamoreauok)
En estos últimos años, Argentina manifestó en varias oportunidades sus intensiones de sumarse al bloque, y no es la única nación que persigue este interés. Actualmente hay una veintena de naciones de todos los continentes cuyos gobiernos están pidiendo su incorporación.
La incorporación del país criollo a los BRICS tendría lugar en un contexto de progresiva debacle del sistema financiero internacional, que evidencia signos de desgaste y descontrol en torno a la creciente debilidad del dólar, una inflación amenazante y sustentada en la emisión monetaria, y un déficit fiscal que, en 2022, se calcula en más mil billones de dólares, según datos de la Oficina Presupuestaria del Congreso de los Estados Unidos.
En este sentido, el proyecto más ambicioso de los BRICS, principalmente incentivado por Rusia y por China, apunta a obtener la desdolarización como una medida soberana y de salvaguarda de los vitales recursos productivos frente a la hegemonía de los Estados Unidos y su permanente política de asedio económico, entre otros.