Gas de la Risa
Caca de pingüino tiene tanto gas de la risa que puede “drogar” a quien se exponga
Así lo comprobaron los propios investigadores daneses durante una expedición científica a la Antártida.
Así lo comprobaron los propios investigadores daneses durante una expedición científica a la Antártida.
Investigadores de la Universidad de Copenhague demostraron que los pingüinos que habitan la Antártida emiten grandes cantidades de óxido nitroso o gas de la risa a través de sus heces. De hecho, la concentración es tan alta que los científicos dijeron haberse sentido “drogados” al estar expuestos a tales desechos.
Según informa el medio digital El Confidencial, los dinamarqueses se encontraban llevando a cabo un estudio en la isla atlántica de Georgia del Sur, un lugar donde existen enormes colonias de pingüino rey (Aptenodytes patagonicus). Los científicos estaban estudiando la posible relación entre el descenso de los gases de efecto invernadero y el aumento de la población de pingüinos en la isla, pero lo que no se esperaban era descubrir que otro gas tomaría el protagonismo de sus investigaciones.
Los excrementos de los pingüinos liberan grandes cantidades de óxido nitroso, más conocido como gas de la risa, que alcanza una gran concentración alrededor de sus colonias. “Las emisiones máximas son unas 100 veces más altas que en un campo danés reciente fertilizado con abono”, explica Bo Elberling, del Departamento de Geociencias y Gestión de Recursos Naturales de la Universidad de Copenhague, uno de los autores del estudio. “Es verdaderamente intenso y es 300 veces más contaminante que el CO2”, detalla.
Además de ser pernicioso para el clima, el óxido nitroso tiene un efecto muy similar al gas sedante que se usa con fines médicos. Por ejemplo, en algunos consultorios dentales. “Después de husmear en el guano durante varias horas, uno se vuelve completamente loco, a sentirse enfermo y a tener dolor de cabeza”, recuerda el investigador.
La causa de esta enorme emisión de gas se encuentra en la dieta de los pingüinos. Se nutren de pescado y krill, alimentos que contienen grandes cantidades de nitrógeno absorbido del fitoplancton del océano. Tras el proceso digestivo, el nitrógeno llega al suelo con las heces. Allí, las bacterias transforman la sustancia en óxido nitroso.
El conocimiento de cómo los excrementos de los pingüinos afectan a la Tierra y a la atmósfera es muy relevante en la lucha contra los gases de efecto invernadero que dañan el clima, explica Elberling, que tranquiliza añadiendo que las cantidades que se producen de este gas no son suficientes para impactar de manera importante a la Tierra .
“Nuestros hallazgos contribuyen a tener nuevos conocimientos sobre cómo las colonias de pingüinos afectan el medio ambiente que los rodea, lo cual es interesante porque están generalmente cada vez más extendidas”, concluye.