nivel inicial, primaria y secundario
Celulares fuera del aula: la nueva regla para estudiantes en CABA
La medida del Gobierno porteño busca estimular la concentración de los alumnos en clase, promover la socialización durante los recreos y prevenir el uso excesivo de dispositivos electrónicos. Cómo se trató esta cuestión en otros países.
El Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, anunció este jueves que regulará el uso que los estudiantes de jardines de infantes y escuelas primarias y secundarias puedan hacer de sus teléfonos celulares en el aula. Se trata de una nueva resolución del Ministerio de Educación local, que se publicó en el Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires, para "mejorar la calidad de la enseñanza y proteger el desarrollo de chicos y adolescentes".
“Tenemos que generar condiciones en el aula para volver a tener la atención de los chicos”, consignó el mandatario porteño esta mañana en una conferencia de prensa, donde detalló cuáles son las disposiciones de la resolución nº2075/MEDGC/24.
Al respecto, Macri remarcó su preocupación por la calidad educativa en las aulas, y consideró que "una de las razones centrales de por qué los chicos no están aprendiendo en clase es por el celular, que es una máquina de distracción".
De acuerdo con el jefe de Gobierno, la medida fue consensuada con equipos docentes, especialistas y representantes de ONGs, y tendrá impacto en 566.000 estudiantes de 2.291 escuelas de nivel inicial, primaria y secundaria tanto públicas como privadas.
"Queremos que el control en el aula lo tenga el docente, y no el celular", enfatizó. Por eso, el mandatario porteño destacó la importancia del rol de los padres y tutores responsables de los alumnos para que el objetivo se cumpla.
Por otro lado, la vicejefa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Clara Muzzio, señaló: "Hay cosas muy importantes que el celular no puede resolver por nosotros. El sentido crítico, el desarrollo de vínculos afectivos reales, que van más allá de la pantalla, o el cuidado de nuestra salud mental"..
A fin de estimular la concentración de los alumnos en clase, promover la socialización durante los recreos, y prevenir el daño que provoca el uso excesivo de dispositivos electrónicos, la resolución, que lleva la firma de la ministra de Educación porteña, Mercedes Miguel, establece los siguientes puntos:
En las escuelas primarias y los jardines queda bajo responsabilidad de las familias que sus chicos lleven celulares, pero no podrán usarlos durante las clases y los recreos. Para los contenidos que incluyan herramientas tecnológicas se utilizarán los dispositivos de la escuela.
En el secundario los teléfonos y tablets deberán estar guardados durante las horas de clase, excepto en las actividades pedagógicas planificadas.
Las autoridades de cada escuela deberán comunicar a toda la comunidad educativa (estudiantes, docentes y familias) las pautas y condiciones para el uso adecuado de los dispositivos.
Las medidas derivadas del incumplimiento de esta regla como, por ejemplo, la retención de los dispositivos hasta la finalización de la jornada escolar, también serán definidos por cada institución.
Quedan exceptuados de esta regulación aquellos estudiantes que requieran del uso de un dispositivo personal digital como apoyo para el aprendizaje.
Experiencias similares en otros países
La decisión del Gobierno de la Ciudad está basada estudios y experiencias de distintos países.
De acuerdo con el Ejecutivo porteño, en Francia, desde 2018, está prohibido por ley el uso de celulares en el ámbito educativo.
A su vez, en Estados Unidos, cada distrito establece su normativa: por ejemplo, en escuelas de Ohio y California, entre otras, prohibieron el uso de los teléfonos en clase.
También en Alemania se reguló el uso de celulares, ya que cada estado decide cómo tratar el tema. En Bavaria, a modo de ejemplo, se impuso una prohibición en las escuelas en 2018, pero luego la normativa se flexibilizó en 2022.
En Italia, en 2022, se implementó la prohibición de utilizar el teléfono celular en las escuelas primarias y secundarias durante las horas de clases.
Por otro lado, en China, los estudiantes pueden llevar sus teléfonos a la escuela para acceder al transporte público o para comprar comida, pero no deben usarlos durante clases.
Finalmente, en Noruega, el Estado interviene con un plan que busca promover el bienestar y la “desintoxicación” digital de los estudiantes minimizando el tiempo que pasan frente a las pantallas.
En tanto, la resolución del Gobierno porteño contempló las advertencias de la Sociedad Argentina de Pediatría sobre el riesgo que implica el uso excesivo de pantallas y medios electrónicos en el desarrollo de las habilidades cognitivas de los más chicos.
La no interacción con adultos para entender los estímulos que reciben, sumado a una excesiva exposición a las pantallas, puede provocar consecuencias en el desarrollo cognitivo y motriz, el aprendizaje y la memoria, y la salud en general, apuntaron.
Según un estudio realizado por la Ciudad entre familias de estudiantes primarios y secundarios, los chicos utilizan dispositivos electrónicos entre 2 y 5 horas por día —un tiempo superior al recomendado—, y el 23,4% lo utiliza más de 5 horas. Además, el relevamiento indica que la totalidad de los adolescentes mayores a 14 años lleva el celular todos los días a la escuela.
En relación a lo anterior, la titular de la cartera de Educación porteña, Mercedes Miguel explicó: "Regular no es prohibir. Queremos un entorno educativo donde la tecnología sea una herramienta útil y no una distracción".
Y continuó: "Esto es parte de nuestro plan estratégico Buenos Aires Aprende. Tenemos muchísima evidencia que indica que esta decisión es acertada. Argentina es pionera, número uno según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, de estudiantes que reconocen distraerse en matemáticas por el uso del celular. Y cinco de cada 10 jóvenes de nuestro país dicen que les genera mucha ansiedad cuando no tienen su celular cerca".
Según una encuesta realizada por la Unidad de Evaluación Integral de la Calidad y Equidad Educativa (UEICEE) del Ministerio de Educación, más de 8 de cada 10 docentes de nivel secundario consideran que el uso de celulares en clase dificulta la atención y participación de los estudiantes. Además, 7 de cada 10 familias y 8 de cada 10 docentes sostienen que el uso de celulares tiene consecuencias negativas en el bienestar de los estudiantes.
Regulación de las páginas online de apuestas en escuelas porteñas
La adicción infantil al juego online, promovida en los últimos meses por eventos deportivos populares que invitaban a los espectadores a consumir juegos de apuestas en línea, fueron otras de las grandes preocupaciones de la comunidad educativa de la Ciudad de Buenos Aires. Según una investigación de Lotería de la Ciudad (LOTBA), uno de cada dos padres viven con la preocupación de que sus hijos estén realizando apuestas online.
En este marco, en junio, el GCBA decidió cerrar la inscripción a nuevas licencias para operadores, se bloqueó el acceso para entrar a las páginas desde la red WIFI de las escuelas públicas y en toda la red BA WIFI, y se habilitaron espacios de consulta y tratamiento. También se habilitará una Fiscalía especializada en juego ilegal.
En las escuelas públicas ya se implementa un sistema de seguridad que dispone de filtros y búsqueda segura en navegadores web, protección contra software malicioso y videos en YouTube, bloqueando contenidos inadecuados como violencia, pornografía y sitios de apuestas en línea.
De acuerdo con informes de seguimiento de la educación en el mundo elaborados por la Unesco, el aumento del tiempo de pantalla durante la pandemia exacerbó problemas de autocontrol y estabilidad emocional entre los jóvenes, incrementando la ansiedad y la depresión.