INTERNAS

CFK y Kicillof reanudan el diálogo tras cinco meses de tensión interna

Luego de meses de distanciamiento político, Cristina Kirchner y Axel Kicillof mantuvieron una breve conversación telefónica para reabrir el diálogo en el PJ. La unidad del peronismo bonaerense está en juego en un contexto de fuerte presión electoral y disputas internas por el armado de listas.

Después de un largo silencio que se prolongó durante cinco meses, Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof retomaron este lunes un contacto político que podría ser clave para definir el futuro del peronismo bonaerense. La charla, breve pero significativa, duró apenas diez minutos y fue calificada por fuentes cercanas como “cordial aunque distante”.

El llamado de CFK se produce en un momento crítico, luego del acto masivo que encabezó Kicillof en el camping de UPCN de La Plata, donde mostró músculo político a través del Movimiento Derecho al Futuro. Días antes, la propia expresidenta había sorprendido al anunciar en televisión su candidatura a diputada provincial por la tercera sección electoral, lo que marcó un claro regreso al ruedo electoral.

La conversación no arrojó definiciones concretas, pero representó un primer gesto hacia la distensión en un escenario signado por tensiones crecientes. Desde ambos sectores coinciden, al menos discursivamente, en la necesidad de lograr una unidad capaz de frenar el avance electoral de la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza, una dupla que amenaza con erosionar lo que queda del bastión bonaerense del peronismo.

El armado de listas vuelve a ser un punto de conflicto. Desde el entorno de Kicillof sostienen que respetan el peso político de CFK, aunque advierten que el tiempo del "dedazo" unilateral ya no es viable. “Es la dirigente más importante del país, puede hacer lo que quiera, salvo armar todo sola”, deslizó un funcionario de confianza del gobernador.

Por otra parte, la eventual unidad no está exenta de tensiones colaterales. Kicillof ha cosechado en los últimos meses apoyos por fuera del kirchnerismo duro, alianzas que podrían verse en riesgo si se impone una lógica de listas cerradas en torno a la figura de Cristina. Lo mismo ocurre a la inversa: el núcleo más fiel a CFK podría resistir alianzas con figuras que consideran ajenas o tibias al proyecto original.

Otro eje sensible es el calendario electoral. Cristina fue clara en su rechazo al desdoblamiento de elecciones provinciales y nacionales, al considerar que podría ser perjudicial para el peronismo en ambas instancias. Sin embargo, en La Plata ratifican que esa decisión es irreversible, tanto por razones logísticas como estratégicas.

Así, con muchos temas aún por resolver, la reanudación del diálogo entre CFK y Kicillof abre una nueva etapa de definiciones para un peronismo que atraviesa uno de los momentos más frágiles de su historia reciente.