Los números
Cómo se ordena el Senado frente al debate por la movilidad jubilatoria
Si todo continúa como en Diputados, el proyecto sería sancionado por amplia mayoría. La oposición está cerca de lograr los dos tercios para enfrentar un bloqueo presidencial.
Tras el triunfo de los bloques opositores en Diputados por la media sanción de una nueva fórmula jubilatoria, es una incógnita qué pasará en el Senado. El presidente Javier Milei, en tanto, este miércoles llamó a los diputados opositores "degenerados fiscales", y adelantó que, si el proyecto que propone una mejora para las jubilaciones se convierte en ley, él lo va a vetar: “les voy a vetar todo, me importa tres carajos”, gritó en un foro empresario. Más allá del veto presidencial (si la ley se aprueba en el Senado), según el artículo 83 de la Constitución Nacional, el Congreso podrá insistir con lo sancionado. En ese caso, la oposición necesitará contar con 2/3 en ambas Cámaras para ir contra el veto presidencial. A última hora del miércoles, el flamante jefe de gabinete, Guillermo Francos, salió a amenazar a senadores y diputados y dijo que, en caso de que insistan y la ley quede firme, "lo que va a hacer el gobierno es cortar otras partidas para poder financiar lo que salga en esa ley".
El martes por la noche Unión por la Patria, la UCR y Hacemos Coalición Federal juntaron 162 votos en la Cámara de Diputados --contra apenas 72 del oficialismo-- y lograron darle media sanción a un proyecto de ley que establece una recuperación inicial de las jubilaciones del 8 por ciento y propone que la actualización no quede atada solo a la inflación, sino que también contemple los salarios. El dictamen que fue tratado fue el de la oposición dialoguista, que encabezó la UCR con el respaldo de HCF la Coalición Cívica y partidos provinciales. Para eso, UxP retiró el propio --que era el de mayoría-- con la condición de que no se tocara el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) para pagar las deudas a las Cajas Provinciales y los juicios a los jubilados que tengan sentencias firmes. Algo que sí permitía el de los dialoguistas y lo eliminaron.
Si todo continúa como en Diputados y las fuerzas que impulsaron y aprobaron el proyecto mayoritariamente en esa cámara actúan de la misma forma en el Senado, la Libertad Avanza estaría en problemas. Tan solo entre Unión por la Patria y la UCR, por ejemplo, juntan en la cámara Alta 46 votos. Es decir, en el Senado habría también una aprobación holgada. El senador y presidente de la UCR, Martín Lousteau, adelantó este miércoles cuál será su postura: "La fórmula de movilidad jubilatoria que se aprobó en Diputados recompone el ingreso de quienes más están perdiendo contra el ajuste y la inflación. Felicitaciones a los diputados de la UCR. Espero que los senadores votemos con la misma convicción", escribió en sus redes.
El problema puede llegar a ser, analizan desde algunos de los bloques opositores, todo lo que desde la presidencia de la Cámara de Senadores puedan realizar para dilatar el trabajo en comisiones, como por ejemplo no convocar y no fijar fecha para las reuniones y, luego, si es que se consigue llegar al dictamen, todo lo que LLA pueda hacer para atrasar la sesión y no poner en tema en orden del día.
Muchas de esas tácticas dilatorias fueron usadas por la presidenta de la Cámara Alta Victoria Villarruel cuando el bloque de Unión por la Patria intentaba convocar a una sesión para rechazar el DNU 70/2023 y era, de manera constante, ignorado por la presidencia. En ese caso la situación se destrabó por internas entre el Presidente y la Vicepresidenta y el decreto finalmente pudo ser rechazado en el Senado con 42 votos negativos. Ahora habrá que ver qué ocurre. En este tema, sin embargo, son muchos los que confían que el número puede ser bastante más amplio.
Si todo va sobre ruedas para la oposición, y logran tener también la aprobación en el Senado, Milei ya anticipó en distintos tweets y en su discurso de este miércoles que va a vetar la ley. “Cada vez que los degenerados fiscales de la política quieran ir a romper el equilibrio fiscal, se los digo ahora, les voy a vetar todo. Me importa tres carajos”, dijo frente a empresarios que lo aplaudían eufóricos.
Más allá de lo que haga el Presidente, la Constitución Nacional en su artículo 83 consigna que el Congreso podrá volver a insistir con el proyecto, siempre que cuente con la mayoría de dos terceras partes --sin aclarar si es sobre los miembros presentes o totales--. En ese punto, en Diputados se necesitarían 171 votos. En la votación del martes hubo 160 a favor.
A ellos, además, se sumarían cinco diputados de la izquierda que no acompañaron y se abstuvieron, pero en caso de veto sí apoyarían el proyecto. Así lo aseguró la diputada Myriam Bregman cuando el miércoles escribió en sus redes sociales: "Si el presidente intenta vetar la ley, nuestros votos se transformarán en un voto contra el veto presidencial". En ese caso, ya había 165 y habría que sumar a diputados que estuvieron ausentes el martes por diversos motivos. Dos de ellos, por ejemplo, fueron de Unión por la Patria: Daives Ricardo y Mastaler Magalí; uno de la UCR: Aguirre Ignacio y dos de HCF: Antonio Ávila y Francisco Morchio. También estuvieron ausentes los tres diputados tucumanos del bloque Independencia que responden a Osvaldo Jaldo.
En el Senado, en tanto, para conseguir insistir después del veto presidencial, la oposición tendría que contar con los votos de 48 senadores. Si se suman los de Unión por la Patria más los de la UCR el número da 46. En ese caso habrá que ver cómo el gobierno de La Libertad Avanza negocia durante los próximos días. En los bloques opositores no son pocos los que consideran que si se logra la aprobación, se veta, y se busca insistir con la ley, el PEN se pondrá a trabajar para negociar votos, abstenciones y ausencias que impidan lograr el 2/3 necesario para insistir.
En el Senado todo parecía indicar que, por ejemplo, con la Ley Bases el oficialismo estaría complicado, pero negoció y trabajó y está a un paso de lograr la aprobación. Más allá de eso, el escenario es escandaloso. El Presidente grita a los cuatro vientos que no tiene ningún empacho en vetar lo que el poder legislativo considera correcto y, en el caso de Diputados, vota, además, por amplia mayoría. "Eso no es ni más ni menos que el mejor motivo que tiene el Senado para aprobar con ganas la ley", dicen desde uno de los bloques no amigables de la Cámara Alta.