Contraoferta de los bonistas más grandes para llegar a un acuerdo con el Gobierno y evitar un default

Los inversores analizaron este fin de semana la propuesta argentina, hicieron un diagnóstico crítico y plantearon las posibles mejoras para llegar a un punto de acuerdo Este fin de semana, los principales fondos de inversión comenzaron a analizar en detalle la oferta presentada ante la comisión nacional de valores de Estados Unidos, Europa continental y […]

Los inversores analizaron este fin de semana la propuesta argentina, hicieron un diagnóstico crítico y plantearon las posibles mejoras para llegar a un punto de acuerdo

Este fin de semana, los principales fondos de inversión comenzaron a analizar en detalle la oferta presentada ante la comisión nacional de valores de Estados Unidos, Europa continental y Gran Bretaña.

Fidelity, uno de los grandes fondos de inversión que negocia con la Argentina
Fidelity, uno de los grandes fondos de inversión que negocia con la Argentina

Un grupo de bonistas dio a conocer un comunicado en el que le pide al Gobierno que negocie “de buena fe”, a través del intercambio de información constructiva y dejando en claro cuáles son sus polítícas de corto y mediano plazo para entender cuál es la capacidad de repago del país.

En este sentido, desde un importante fondo de inversión explicaron cuáles son los puntos débiles de la oferta y cuáles serían las mejoras que podrían llevarlos a una aceptación.

PUNTOS DE DISCREPANCIA

La inconsistencia temporal: los principales acreedores creen que, con esta propuesta que otorga tres años de gracia, el Gobierno no tiene incentivos para ahorrar y empezar a pagar efectivamente en 2023, como lo indicó en la oferta. La extensa historia de déficit fiscal en la Argentina juega en contra de esta promesa. Además, en 2023 podría haber otro gobierno y, por lo tanto, ¿para qué ir hacia un mayor ahorro fiscal?, se preguntan.

La decisión de no pagar interés alguno hasta 2023 es, aseguran, una invitación para no participar y esperar, dado que no se pierde nada si, hasta entonces, tal vez surge otra oferta más acorde a sus intereses.

El promedio de los cupones (2,3%) es demasiado bajo como para considerarlo aceptable.

PROPUESTA

Lo que el país se “ahorra” por intereses no pagados hasta 2023, podría pagarlo al principio (upfront payment) y eso mejoraría en 2 dólares el valor de la oferta.

El Gobierno debería bajar la quita de capital al 5% para el bono que vence en 2030 y a cero para los más largos (que llegan hasta 2047).

Los intereses deberían empezar a pagarse el año próximo con una tasa del 0,5% anual hasta 2022 y luego mantener el esquema de “step up” presentado por el Gobierno.

Si se hicieran estas modificaciones, las posiciones se acercarían bastante y no sería necesario plantear una capitalización de intereses.

Desde el Gobierno replican que la valuación que utilizan los analistas para hablar de una oferta que vale entre 35 y 40 centavos supone una tasa de descuento demasiado alta.

Así, precisaron que, si se utilizara una tasa del 13%, el Global 2030 tendría un valor de 37, pero con una del 8% llegaría casi a 55, mientras que en el caso del 2036 sería de 28 y 49,9; en el 2039 de 30 y 53; en el 2043 de 29 y 52 y en el 2047 de 28 y 51.

Por otro lado, resta esperar el detalle de las 100 páginas del documento presentado ante las diversas autoridades regulatorias para saber si se incluye algún tipo de incentivo. Una fuente oficial indicó que el “premio” consistiría en que, aquellos que no ingresen no podrán recibir en el futuro una oferta mejor. Dicha fórmula, en el pasado, es la que llevó a que el Gobierno perdiera las demandas planteadas por los bonistas, grandes y pequeños, en Nueva York.

En cambio, habrá que ver si en las próximas tres semanas hay margen para un “endulzante”, como un bono que recapitalice intereses o, como lo mencionó el propio ministro Guzmán, un cupón ligado al PBI o a la recaudación.

Cabe recordar que el viernes el Gobierno presentó la oferta con una serie de nuevos títulos que vencen entre 2030 y 2047 con rendimientos que van del 0,75% al 4,5% y que están denominados en dólares y euros.

Los intereses empezarán a pagarse en 2022 en algunos de los nuevos títulos.