Córdoba: Cerró otra autopartista y más de 100 trabajadores quedaron en la calle

La empresa de origen brasileño MWM International Engines con más de 60 años de vida y 25 de presencia en la Argentina decidió cerrar este viernes su planta en Jesús María, Córdoba, y despedir a sus más de 100 trabajadores. La planta cordobesa cerrará sus puertas el próximo 1° de octubre y todos sus trabajadores quedarán en la calle. […]

La empresa de origen brasileño MWM International Engines con más de 60 años de vida y 25 de presencia en la Argentina decidió cerrar este viernes su planta en Jesús María, Córdoba, y despedir a sus más de 100 trabajadores.

La planta cordobesa cerrará sus puertas el próximo 1° de octubre y todos sus trabajadores quedarán en la calle. Así se los comunicó la empresa esta mañana alrededor de las 7 cuando llegaban a trabajar.

“A pesar de varias iniciativas para impulsar la producción local de motores y componentes y, recientemente, los grupos electrógenos, la continuidad de las operaciones de la compañía se ha vuelto inviable debido a los bajos volúmenes para satisfacer la demanda del mercado local”, explicó la empresa a través de un escueto comunicado.

MWM solía fabricar motores para automotrices como Land Rover, Ford y Mercedes Benz y en los últimos años se dedicaba a la fabricación de generadores eléctricos.

“Ayer salimos del trabajo como si nada y esta mañana no nos dejaron entrar a la planta, nos derivaron directamente a una sala, nos mostraron el panorama de la empresa, que no se vendia nada y nos anunciaron que cerraba sus puertas y quedábamos todos afuera”, aseguró a C5N Martín Rodríguez, uno de los trabajadores despedidos.

“Se tenía pensado fabricar unos 135 generadores este año, y solo se vendieron 19, ni un cuarto llegamos a hacer” graficó Martínez para dar cuenta del fuerte derrumbe del mercado interno y la hecatombe de la industria local.

“Cayeron mucho las ventas -siguió Rodríguez- ya veníamos con suspensiones, es todo muy triste lo que está pasando”.

En las puertas de la planta la desazón de los trabajadores allí reunidos era indisimulable. La empresa se comprometió a pagar el 100% de las indemnizaciones, los salarios y premios adeudados.