Coronavirus, enemigo invisible: enfermera reveló nuevos “descubrimientos” pero reina la incertidumbre
“Ojos rojos” en los pacientes Una enfermera que atiende en el Life Care Center en Kirkland, el epicentro del brote por coronavirus COVID-19 en el estado de Washington, brindó detalles de algunos “descubrimientos” que realizó cuando trató a los pacientes infectados. “Los ojos rojos eran la señal más importante de los residentes. Es algo que […]
“Ojos rojos” en los pacientes
Una enfermera que atiende en el Life Care Center en Kirkland, el epicentro del brote por coronavirus COVID-19 en el estado de Washington, brindó detalles de algunos “descubrimientos” que realizó cuando trató a los pacientes infectados.
“Los ojos rojos eran la señal más importante de los residentes. Es algo que presencié en todos los pacientes. Tienen, como… ojos de alergia. La parte blanca del ojo no es roja. Es más como si tuvieran una sombra de ojos roja en el exterior de sus ojos”, reveló la enfermera.
Su descubrimiento es extraño y no responde a ningún otro síntoma conocido hasta el momento, incluidos aquellos nuevos que incluyen la pérdida del olfato y el gusto por algunos días. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos no tienen ojos rojos, ni ningún problema ocular, en su lista.
Lo que se incluye son fiebre, tos y falta de aliento. Por el contrario, los dolores o la presión persistentes en el pecho y los labios azulados son signos de emergencia y de que el paciente deberá ser atendido de inmediato porque su vida podría correr peligro. Sin embargo, la Academia Estadounidense de Oftalmología envió una alerta el domingo sobre informes de que el virus chino podría causar conjuntivitis, que es la inflamación de la membrana que recubre el párpado.
Por su parte, científicos alemanes detectaron además una incidencia significativa de diarrea, que era común en el 30% de las personas infectadas, además de la fiebre y la tos.
En Italia, por su lado, los síntomas fueron detectados también por Massimo Galli, profesor de enfermedades infecciosas en la Universidad de Milán y jefe del departamento de Enfermedades infecciosas III del Hospital Sacco. “En nuestros pacientes vemos con frecuencia los síntomas de anosmia (alteración del olfato) y disgeusia (alteración del gusto)”, dijo el experto, uno de los más prestigiosos virólogos de Italia, al diario Il Corriere della Sera. “Puedo decir con certeza que es un síntoma que aparece hacia el final de la infección, cuando el paciente se está recuperando. Ciertamente no es un signo inicial”, agregó.
Lo que está claro es que todavía no existe un consenso médico sobre los síntomas concretos de las personas afectadas. De hecho, ni siquiera se conoce con precisión si existe la posibilidad del recontagio, es decir, personas que contraigan dos veces el mismo virus.
La vacuna, por su parte, se hace esperar. Los virólogos de todo el mundo ya anticiparon que estará disponible para el público recién en el 2021. Esta situación se contrapone con lo que ocurrió en el 2009 con la pandemia de la Gripe A. Allí la vacuna apareció rápidamente y permitió disminuir el número de muertos.
Desde la OMS, por lo pronto, recomiendan dos acciones concretas: el aislamiento social y multiplicar la cantidad de test. Hay algo que sí parece estar comprobado: los países que instalaron la cuarentena lograron “aplanar” la curva de casos y controlar la pandemia. Por eso, quedarse en la casa se ha transformado en la mejor vacuna ante tanta incertidumbre.