CORONAVIRUS | Lo testearon, lo mandaron a su casa y contagió a toda su familia
Desde hace ocho años Jonathan Garro (29) trabaja en un mercado muy popular en el centro de la ciudad de Córdoba como vendedor en la parte de alimentos sueltos como legumbres y cereales. El sábado pasado, a raíz de la circulación del virus en la provincia, varias personas fueron a realizarle un hisopado a él […]
Desde hace ocho años Jonathan Garro (29) trabaja en un mercado muy popular en el centro de la ciudad de Córdoba como vendedor en la parte de alimentos sueltos como legumbres y cereales.
El sábado pasado, a raíz de la circulación del virus en la provincia, varias personas fueron a realizarle un hisopado a él y a sus compañeros porque tenían sospechas de que podían haber contraído el coronavirus.
Hasta ese momento Joni, cuenta, tuvo un poco de tos seca y dolor de cabeza , pero le restó importancia y en ningún momento pensó que podría tratarse de Covid-19. Además, él y todos sus compañeros cumplían con las estrictas medidas sugeridas para evitar los contagios: distancia social y la utilización de barbijo, guantes y alcohol en gel.
La persona que le realizó el hisopado en el mercado le dijo a Joni que los resultados iban a estar hacia la noche del mismo día y lo mandaron a esperar a su casa. “No entendí por qué razón me mandaban a casa, cómo iba a saber si tenía o no la enfermedad, me sorprendí con esa decisión”, dice Joni.
El sábado a la noche una doctora lo llamó a su celular para comunicarle la noticia de que la prueba había dado positivo. ” Me puse muy mal, lo primero que pensé fue en mi salud, sentía que tenía algo grave. E inmediatamente me preocupé porque podía contagiar a toda mi familia , pero si me iba de mi casa podía contagiar a otra gente”.
Esa misma noche Joni fue trasladado a un camping de Empleados de Comercio donde permanece aislado. “En un momento les dije a los médicos que si yo era el portador del covid 19 les pedía que por favor me trasladaran a otro lugar para no contagiar a mi familia”, expresa. “Quise salvar a mi familia, pero ya era demasiado tarde”, agrega.
Joni vive con su mujer, con sus hijos de seis años y ocho meses, con sus suegros, sus cuñados y su sobrina de cuatro años. “Al otro día vinieron a mi casa a hacerles los hisopados a ellos y a las pocas horas dieron todos positivos. Fue una muy mala noticia, nos preguntamos por qué nos pasó a nosotros, no teníamos explicación. En ese momento comenzamos a llamar a algunos medios de comunicación de Córdoba para contarles la situación para lograr que la gente pudiera venir a traernos alimentos porque íbamos a tener que hacer la cuarentena adentro”.
Por suerte, Joni forma parte de un grupo de trabajadores de otras de las sucursales del mercado que inmediatamente se solidarizaron y se pusieron a disposición suya y de su familia para alcanzarles lo que necesiten.
Joni se encuentra aislado, en plena recuperación, sin la necesidad de tomar medicación. “Estoy en una cabaña, alimentándome bien, descansando y la gente se está portando muy bien conmigo. Tengo un doctor que viene todos los días, me revisa, me pregunta cómo estoy y hasta me dio su celular para que le escriba o lo llame por si aparece algún otro síntoma” .
Mientras tanto, se comunica a través de audios y de video-llamadas con su mujer y con sus dos pequeños hijos a quienes, obviamente, extraña mucho. “La verdad que los veo y están todos bien, no estoy preocupado porque en mi casa todos vienen evolucionando bien” , se alegra.