Crisis y pobreza: para fin de año 6 de cada 10 menores de edad serán pobres
Los números dados a conocer por el Indec esta semana y que registran que el primer semestre de 2019 cerró con un 35,4 por ciento de pobres en Argentina son el indicador de lo que será la segunda parte del año. “El salto en los niveles de pobreza, que alcanzó el 35,4%, en la infancia […]
Los números dados a conocer por el Indec esta semana y que registran que el primer semestre de 2019 cerró con un 35,4 por ciento de pobres en Argentina son el indicador de lo que será la segunda parte del año.
“El salto en los niveles de pobreza, que alcanzó el 35,4%, en la infancia supera más del 50% y seguramente hacia fin de año comprenda a 6 de cada 10 niños o niñas hasta 17 años”, dijo al respecto desde FLACSO Roxana Mazzola, coordinadora Académica del Diploma de Postgrado de Desigualdades y Políticas Públicas de la institución académica.
En un artículo publicado en Ámbito Financiero, la especialista apunta que “el bienestar de la niñez está fuertemente condicionado por el entorno de desigualdad y las condiciones de vida de sus familias, en especial de las mujeres madres trabajadoras”.
Y agrega que “a menudo los diagnósticos sociales de la niñez consideran su estado de salud, nutricional, de educación y habitabilidad, sin acentuar tanto este sistema de interrelaciones entre el sistema político-económico-social, las familias y las infancias”.
En ese mismo marco, puntualiza que algunas de las caras más contundentes de la pobreza son “el incremento de la desocupación, que supera el 10% y se amplifica entre los y las jóvenes, y la caída en el salario real de los trabajadores por la inflación y la devaluación”.
“Esto afecta de forma directa el entorno familiar protector de la infancia. La acumulación de capital físico, humano y social, fundamentalmente en el seno de la familia, es un factor que incide en la condición presente y futura de la niñez y repercute en sus derechos”, redondea.
Asimismo, y como parte del problema, señala que “Argentina es un país de alimentos caros, con precios similares a los de Europa o los Estados Unidos, sumado a que el acompañamiento del aumento con la recomposición salarial que se tuvo por un periodo en los últimos años ya no es tal”.