Justicia

Cristina Caamaño se presentó en Comodoro Py por los 105 mil audios de espionaje ilegal

La actual interventora de la AFI explicó que esas filtraciones debieron ser destruidas: "Gustavo Arribas fue una especie de juez al que le relegaban las investigaciones".

La interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, entregó un escrito al juez federal Marcelo Martínez de Giorgi en el que le informa que a comienzos de la Intervención de la AFI (dispuesta por el presidente de la Nación en diciembre de 2019) se halló un sistema informático denominado “SIDEA” que recibía a través un enlace digital punto a punto interceptaciones telefónicas realizadas por la DAJUDECO (dependiente de la Corte Suprema).

"El sistema ya había sido informado a la justicia federal de Lomas de Zamora, pero nunca fue recibido. Por lo tanto, como la causa pasó a Comodoro Py, vengo a decirle al doctor De Giorgi que tenemos 105 mil archivos de audios que corresponde a distintas filtraciones que no se destruyeron cuando fueron entregadas a la Justicia, algo que se debe hacer", explicó Caamaño en rueda de prensa a la salida de Comodoro Py. Además, destacó que estas conversaciones "se almacenaban y en muchos casos o eran de interés para las investigaciones".

Y agregó: "El juez cuando hace una investigación puede pedir una escucha, y esa escucha durante el macrismo podía ser escuchada por la AFI como auxiliar de la Justicia, como cualquier fuerza de seguridad. Esto ahora ya no es así".

Según el "Protocolo para la tramitación de interceptación de telecomunicaciones” aprobado por la gestión macrista, las áreas internas de la AFI le solicitaban las escuchas a Asuntos Jurídicos. El requerimiento ante el juez debía ser firmado por el director general (Gustavo Arribas), la subdirectora general (Silvia Majdalani) o funcionarios de Asuntos Jurídicos, que era quien realizaba el trámite ante el juez. Luego, era la propia AFI quien enviaba a la DAJUDECO (dependiente de la Corte Suprema) el oficio para ejecutar las interceptaciones, que luego llegaba en menos de 24 horas a la AFI para desgrabarlas y analizarlas.

"Esto era al revés de lo que debería ser: la AFI pedía las escuchas a la Corte Suprema, que se lo avalaba, cuando en realidad la Justicia es quien debe requerir las escuchas", sentenció Caamaño.