13º MARCHA NACIONAL
Cultivadores y activistas reclamaron la despenalización de la marihuana
El movimiento cannábico argentino se autoconvocó y marchó desde Plaza de Mayo al Congreso.
Organizaciones de cultivadores y de activismo cannábico de todo el país participaron de la 13° Marcha Nacional de la Marihuana, con una movilización desde Plaza de Mayo al Congreso para reclamar por la despenalización y cese de persecución a las personas que cultivan y consumen la hoja de cannabis.
El movimiento cannábico argentino, una amplia coalición de organizaciones de cultivadores y usuarios de marihuana de todo el país, se autoconvocó y concentró a las 13 en Plaza de Mayo, para marchar hacia el Congreso de la Nación a partir de las 16.
Personas sentadas fumando marihuana, remeras con la imagen del cantante y músico jamaiquino Bob Marley, gorros con su rostro o la hoja de la planta, venta de brownies y productos hechos a base de cannabis, puestos para hacerse trenzas, rastas y pintarse la cara, rodeaban la plaza y ocupaban sus veredas internas.
Entre los reclamos principales de la jornada se encontraba el pedido por la libertad y asistencia a las personas presas por cultivar marihuana, la modificación de la Ley 23.737 de estupefacientes, la capacitación a jueces y fuerzas de seguridad sobre la Ley de cannabis medicinal n° 27.350 y atención médica especializada en cannabis en los hospitales públicos para acompañar e inscribir pacientes en el Registro del Programa de Cannabis (Reprocann), y cobertura gratuita con cannabis medicinal para personas sin obra social.
"Reclamamos a los tres poderes del Estado el cese inmediato de la persecución a las personas que cultivan y usan marihuana, la amnistía y liberación de todos los presos por cultivar marihuana, y la reparación de los daños causados por la prohibición de la marihuana", dijeron desde la organización.
Tiano, de la ONG Acción Cannábica, expresó que "el lema de todos los años es sacar a la cannabis de la sustancias prohibidas para que no esté penado su consumo y que no haya más presos y presas por consumir o cultivar".
Con respecto a ello, hizo hincapié en que "es difícil cambiar la mentalidad de la gente. La familia es la primera que te juzga por eso si hoy fumamos en la plaza no es para provocar, sino para normalizar el consumo, porque seguimos siendo personas criminalizadas".