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Descubren una de las posibles causas de la metástasis
Las células que propagan el cáncer a otras partes del cuerpo reducen las posibilidades de recuperación de los pacientes. Nuevos estudios determinan el porqué de su dispersión.
La metástasis se produce cuando en un tumor canceroso se forman células metastásicas que se propagan desde este tumor primario a través de los vasos sanguíneos o canales linfáticos y se adhieren a otros órganos, como los pulmones, los huesos, el cerebro, o el hígado, en los que forman nuevos tumores. Esto es algo que sucede en muchos tipos de cáncer y que disminuye significativamente las probabilidades de que el paciente se recupere.
Estudios previos identificaron células metastásicas durante la migración. También se sabe que ciertos tratamientos pueden inducirlos. Sin embargo, los mecanismos precisos de su desarrollo siguen siendo un misterio.
“No sabemos por qué, en un momento dado, ciertas células se separan del tumor primario”, explica Ariel Ruiz i Altaba, catedrático del Departamento de Medicina Genética y Desarrollo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ginebra (UNIGE), en Suiza. “El fenómeno es difícil de analizar porque, antes de migrar, no hay nada que distinga las futuras células metastásicas, o células prometastásicas, de otras células dentro del tumor”.
Recientemente, el equipo que lidera había descubierto con precisión una heterogeneidad de células metastásicas dentro del tumor primario. Algunas células del tumor primario se convirtieron en células metastásicas, por lo que es probable que propaguen el cáncer, después de una experiencia inminente de muerte celular. Este ‘escape de la muerte’ puede ser un proceso natural, pero también es causado por varios tratamientos contra el cáncer.
La nueva teoría sobre la metástasis
Durante el trabajo, se observó que estas células, que deberían haber muerto, se reprograman y luego presentan un alto riesgo metastásico. Estas células se llaman PAME para “células pro-metastásicas post-apoptóticas”.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de UNIGE utilizó muestras tumorales tomadas de dos pacientes con cáncer de colon. Las células tumorales de estas muestras se trasplantaron a ratones, donde crecieron y formaron nuevos tumores. Luego fueron sometidas a una experiencia de muerte inminente causando estrés del retículo endoplásmico similar al causado por ciertos fármacos quimioterapéuticos. Esto permitió el desarrollo de células PAME.
Los científicos también descubrieron que los PAME desencadenan una tormenta de citoquinas, proteínas y otros factores que aseguran la comunicación de célula a célula, induciendo a las células adyacentes a convertirse en migratorias inducidas por PAME (PIMS). Estos PIM luego se asocian con PAMEs y los ayudan a migrar para formar metástasis.
Los resultados abren nuevas perspectivas prometedoras para el manejo terapéutico, incluida la prevención del desarrollo de campos prometastásicos generados por ciertos tratamientos.
El enfoque a futuro de los tratamientos contra el cáncer
“Actualmente, uno de los principales criterios a la hora de definir un tratamiento es la contracción tumoral. Gracias a nuestro estudio, las células PAME aparecen ahora como potenciales dianas terapéuticas y de prevención de metástasis a tener en cuenta”, concluye el profesor Ruiz i Altaba.
¿Cuál es la proporción de células que se resisten al tratamiento y se reprograman en propagadores de enfermedades? ¿Todos los tratamientos de quimioterapia promueven estos PAME? Todavía no se sabe. ¿Se debe adaptar la quimioterapia? “No puedo comentar sobre este tema, depende de los médicos y oncólogos tratantes juzgar. Es necesario evaluar la quimioterapia ante esta desventaja. Estamos en una situación paradójica. Pero gracias a nuestra investigación, pudimos identificar estas células y cómo aparecen”.