DIA MUNDIAL DEL CORAZÓN

Día Mundial del Corazón: la importancia de los controles desde los 40 años y los síntomas que no debes ignorar

Cada 29 de septiembre, el Día Mundial del Corazón nos recuerda la relevancia de cuidar nuestra salud cardiovascular. Las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte a nivel mundial, provocando más de 17,9 millones de fallecimientos anuales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, muchos de estos eventos se pueden prevenir con hábitos saludables y chequeos médicos regulares. El Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) destaca la necesidad de estar atentos a los síntomas y de realizar controles desde edades tempranas para reducir los riesgos.

¿Cuándo se deben realizar los primeros controles?

De acuerdo con los especialistas del ICBA, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares aumenta con la edad. Se recomienda que los hombres mayores de 40 años y las mujeres mayores de 50 comiencen a realizar controles periódicos para evaluar su riesgo cardíaco. Sin embargo, aquellas personas con antecedentes familiares de enfermedades cardíacas deben consultar a un especialista antes de los 40.

“La evaluación temprana permite tratar los factores de riesgo y reducir los eventos vasculares futuros, mejorando la calidad de vida y previniendo muertes prematuras”, explicó la cardióloga Viviana Cavenago.

El control médico suele incluir un examen físico general, toma de presión arterial, un electrocardiograma, y un análisis de sangre para medir el colesterol y los niveles de glucemia. En casos específicos, se pueden solicitar estudios complementarios como una ecografía para detectar placas de colesterol, un ecocardiograma para evaluar la función del corazón o una prueba de esfuerzo (ergometría) para medir la capacidad cardíaca ante el ejercicio.

Los síntomas que no debes subestimar

Uno de los problemas más graves es que muchos pacientes llegan tarde a la consulta médica por subestimar las señales que les envía su cuerpo. El doctor Juan Pablo Costabel, jefe de la Unidad Coronaria del ICBA, explica que síntomas como dolor en el pecho, dificultad para respirar o palpitaciones son indicativos de problemas cardíacos que no deben ser ignorados. El dolor puede extenderse hacia el brazo izquierdo, cuello, mandíbula, espalda o incluso el abdomen.

Otro síntoma común es la sudoración intensa y repentina, acompañada de mareos o una sensación de debilidad. Estos signos podrían estar alertando sobre un infarto agudo de miocardio, más conocido como ataque al corazón, el cual requiere tratamiento inmediato para evitar daños irreversibles en el músculo cardíaco.

Las arritmias, es decir, alteraciones en el ritmo del corazón, también son un signo a tener en cuenta. Las palpitaciones, es decir, la percepción de un latido cardíaco más rápido o irregular, pueden ser señales de arritmia. Según los expertos del ICBA, las arritmias afectan mayormente a los hombres y pueden derivar en insuficiencia cardíaca, muerte súbita o accidentes cerebrovasculares (ACV) si no son tratadas a tiempo.

Prevención a través de hábitos saludables

Los expertos del ICBA subrayan que 8 de cada 10 eventos cardíacos pueden prevenirse si se adoptan hábitos de vida saludables, como una alimentación balanceada, la actividad física regular, el control del peso, y la reducción de factores de riesgo como el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. Además, mantener la presión arterial y los niveles de colesterol dentro de los rangos saludables es esencial para cuidar la salud cardiovascular.

Para quienes ya presentan alguna afección cardíaca, el tratamiento más efectivo en casos de arritmia es la ablación por radiofrecuencia o crioablación, procedimientos que eliminan los focos que provocan el ritmo cardíaco irregular. Este tratamiento, que se realiza mediante catéteres, ha demostrado ser exitoso en muchos casos.

La importancia de actuar a tiempo

Las enfermedades cardiovasculares pueden ser silenciosas, pero sus consecuencias suelen ser devastadoras. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Por ello, es fundamental no ignorar los síntomas y realizar los chequeos médicos correspondientes, adaptados a cada etapa de la vida y considerando los antecedentes familiares.