SALUD

Día Mundial Sin Tabaco: Alternativas para dejar de fumar

El 71 por ciento de los fumadores actuales quiere dejar el mal hábito. La medicina a distancia aplicada al tratamiento de cesación tabáquica es una herramienta efectiva para lograrlo.

Las cifras vinculadas a mortalidad debido al tabaco siguen siendo alarmantes. Es por eso que cada 31 de mayo la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociaciones mundiales celebran el Día Mundial Sin Tabaco. Una campaña que busca concientizar sobre los efectos nocivos y letales de su consumo y la exposición al humo del tabaco ajeno.

El encierro y la incertidumbre, provocados por la pandemia de COVID-19, generan ansiedad y estrés y, como consecuencia, más ganas de fumar en ciertas personas. Pero esa necesidad "choca" en este contexto en el cual la salud propia y ajena está en peligro.

 La OMS estableció que los fumadores tienen más probabilidades de desarrollar síntomas graves en una posible infección de coronavirus, en comparación con los no fumadores y esto no es un punto que puedan pasar por alto.

El desabastecimiento de cigarrillos, el aumento de precios, la preocupación por la salud respiratoria propia y de los convivientes generan un creciente interés por abandonar ese mal hábito. Pero en la mayoría de los casos, se fracasa en el intento.

“Dejar de fumar es una buena decisión a tomar, siempre. Para que el proceso sea exitoso, lo recomendable es combinar estrategias conjuntas de consejería profesional de salud y una terapia de reemplazo de nicotina", explica Raúl Guillermo Espinosa, presidente de la Asociación Argentina de Tabacología (AsAT).

En la Argentina, cada año mueren 44.000 fumadores.
“La cuarentena es a la vez un motivador y desmotivador para dejar de fumar", explica Julieta Cassone, médica psiquiatra y vicepresidenta de la AsAT. Frase que pronuncia luego de revisar los datos parciales arrojados en la encuesta sobre los hábitos de consumo de nicotina durante el aislamiento.

1745 adultos de entre 18 y 90 años participaron de manera online (todavía se puede ingresar y participar) y de forma anónima en la investigación de AsAT, liderada por el ingeniero Gabriel Barasch, especialista en ciencia de datos.

Hasta el momento, el 71 por ciento de los fumadores manifestó su interés por dejar de fumar. Sin embargo, el 59 por ciento cree que es imposible o no se lo propone en estas circunstancias, a pesar de que el 70 por ciento declara estar más preocupados frente al COVID-19 por su condición.

Esto indica -según Cassone- que hay mucha gente que quiere dejar de fumar pero que cree que no puede, ya que intentó abandonar el hábito por su propia cuenta y fracasó.

"Es importante que sepan que los tratamientos efectivos combinan tratamientos farmacológicos y terapias cognitivo conductuales y hoy en día se pueden acceder a ellas a través de la telemedicina”, asegura la psiquiatra.

La telemedicina se volvió una herramienta valiosa en este contexto en donde los desplazamientos de los pacientes están, en la mayoría de los casos, restringidos. El uso de las TICs (tecnologías de la información y la comunicación) son fundamentales para proporcionar servicios médicos a distancia.

"Telecesación" o "teleintervención tabáquica", son conceptos que van más allá de la simple aplicación de las teleconsultas para los tratamientos que buscan cesar con el hábito. Su particularidad radica en la posibilidad de utilizar más de un tipo de tecnología en la misma estrategia, con la intención de lograr mayor eficacia y efectividad de la intervención y mejorar el control y el seguimiento de los pacientes.

En la telecesación, se pueden conjugar tecnologías como la Historia Clínica Electrónica (HCE), videoconsultas, registro de cesación tabáquica y envío de consejería por distintos formatos digitales.

Entre sus múltiples beneficios, los especialistas destacan una mayor accesibilidad para personas que viven en zonas alejadas, la posibilidad de llegar a un número mayor de pacientes, evitar costos como por ejemplo el de traslado, y, además, ahorrar tiempo útil para ellos y los profesionales.

“La gente que realmente tiene ganas de dejar de fumar y percibe la necesidad, a veces se tropieza con el convencimiento de que no va a poder sola -el 2 por ciento que lo logra lo hace de esta manera- y de que no podrá llegar a otros métodos más eficaces, por eso es que debemos brindar a los pacientes el fácil acceso a este tipo de tratamientos”, asegura Espinosa.

Cassone advierte que hay muchas creencias que desde el punto de vista de la salud están distorsionadas, como la alternativa del cigarrillo electrónico como tratamiento para abandonar el hábito, desconociendo los riesgos que conlleva su consumo.

“No es fácil abandonar la adicción al tabaco, pero de alguna manera esta crisis representa un buen momento para reflexionar y animarse a iniciar un tratamiento de forma online”, concluyen los especialistas.