Domingo Cavallo volvió a criticar a Milei por el dólar barato y las altas tasas de interés

El ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, volvió a la carga con sus críticas al modelo económico del presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo con un texto que tituló con una síntesis de las alertas que viene marcando hace meses: “Altas tasas reales de interés y sobrevaluación del peso neutralizan los beneficios de la desregulación y la apertura económica”.

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Antes de pasar a las críticas, Cavallo repasa en el análisis que publicó en su blog personal el contexto que les permitió a Milei y Caputo superar la crisis de falta de reservas y ganar las elecciones con el “inédito apoyo de Trump y Bessent a la gestión del presidente”.

El ex ministro de Economía valora que tras ese salvataje único en la historia “se produjo una fuerte caída tanto de la tasa esperada de devaluación del peso como de la tasa de riesgo país” y esa situación colaboró para calmar a los mercados financieros, respecto de la inestabilidad de septiembre y octubre.

En ese punto, Cavallo introduce el primer alerta o problema no resuelto con la ayuda de la administración Trump: “No sólo continuaron sino incluso se acentuaron las preocupaciones en los segmentos de la población cuyas actividades empresariales y laborales dependen del mercado interno”, señala.

Sobre ese punto, el que para Milei fue “el mejor ministro de Economía de la historia” y ahora es un “impresentable”, se apoya para marcar la debilidad del actual modelo económico al indicar que la apertura comercial conduce al bienestar si la inflación se reduce al mismo tiempo que “los precios relativos clave, la tasa real de interés y el tipo de cambio real, resulten del equilibrio del ahorro y la inversión movidos por las expectativas de ahorristas e inversores y no de intervenciones erráticas del gobierno”.

Además, Cavallo advirtió que, a excepción del Presupuesto 2026, las reformas laboral e impositiva que se están negociando para aprobar con la nueva conformación del Congreso “no influirán significativamente sobre el nivel de actividad económica y la tasa de inflación en el corto plazo”. Y para probar esa hipótesis, el economista hace mención al magro impacto que tuvo el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI).

Cavallo habla en su análisis de “represión financiera y cambiaria” como la razón de que la economía argentina esté funcionando con “tasas reales de interés demasiado elevadas y a un tipo de cambio muy alejado de las predicciones oficiales”.

Y asegura que esas variantes serán las que habrá que seguir para “monitorear el curso de la reactivación económica y la tasa mensual de inflación durante los dos años que quedan del primer mandato del presidente Milei”.

El ex ministro de Carlos Menem y Fernando De la Rúa criticó al Gobierno por las declaraciones “confusas” respecto del rumbo económico y puso sus expectativas en la inminente visita del FMI para la revisión del programa económico como motor para “clarificar el curso futuro de la política monetaria, cambiaria y financiera”.

“Sería muy bueno que decisiones sobre el carácter del peso y del dólar como monedas que requieren decisiones legislativas (por ejemplo, la convertibilidad del peso y el curso legal para el dólar) se sancionen en forma simultánea con el presupuesto para 2026, porque de esa forma quedaría definido un plan de estabilización con chances de éxito pleno antes de la elección de 2027″, recomendó Cavallo.

El economista volvió a interpelar al Gobierno para que controle “el daño que causan las altas tasas reales de interés”, el “peso inconvertible sobrevaluado” y exigió “comenzar pronto a acumular reservas”.

“En mi opinión debería disponerse simultáneamente la eliminación completa del cepo y la compra de reservas, acompañada de una decisión legislativa que prohíba hacia el futuro la introducción de restricciones al movimiento de capitales y permita el uso del dólar como moneda para todas las funciones que cumple el peso, especialmente para la intermediación financiera”, planteó Cavallo e indicó que resultaría en la puesta en marcha de un sistema bimonetario como el que funciona en Perú, en Uruguay y en Paraguay.