CRISIS

Dos reconocidas marcas de ropa femenina anunciaron su cierre tras más de 30 años

En el sector aseguran que la falta de adaptación al nuevo entorno comercial, impactó negativamente en ambas marcas.

Las marcas de ropa femenina Vitamina y Uma bajaron la persiana de lo que eran sus últimos dos locales activos y pusieron así fin a su operación comercial directa con el público después de 30 años.

El cierre definitivo ocurrió en marzo de 2025. La última tienda conjunta, ubicada en Palermo Chico, cerró sus puertas este miércoles. La semana anterior, el local en el barrio de Caballito, también dejó de funcionar. En los días previos al cierre, las tiendas ofrecieron un remate final de mercadería con descuentos del 70%, bajo consignas de liquidación definitiva. “It’s the final countdown”, anunciaron en sus redes sociales, acompañando el mensaje con aclaraciones como “estos artículos no tendrán cambio ni devolución”.

Los locales físicos no fueron los únicos canales cerrados. En paralelo, la marca también dio de baja la tienda online, donde ahora solo figura el mensaje de agradecimiento a quienes compraron durante su funcionamiento.

Ambas marcas estaban bajo el control de VIU S.A., empresa dirigida por Regina, Luciano y Mariano Navilli, hijos de Aldo Navilli, fundador del grupo agroindustrial Molino Cañuelas. Desde octubre de 2024, Vitamina y Uma habían anunciado públicamente su intención de vender las marcas o cambiar el modelo de negocio hacia un sistema de licencias por categorías, como jeans o perfumes. Por entonces, representantes de la firma explicaron que no tenían previsto el cierre inmediato y que la decisión respondía a una estrategia empresarial, no a la coyuntura económica.

Sin embargo, con el paso de los meses, no lograron definir un comprador. A medida que la situación se volvió más incierta, comenzaron a cerrar tiendas de forma progresiva. En 2024 bajaron las persianas de locales ubicados en Unicenter, Palmas del Pilar, Distrito Arcos, Galerías Pacífico, Alto Palermo, Devoto Shopping y Alto Rosario, entre otros. Además, dejaron de operar en Punta del Este, Montevideo, San Pablo y Santiago de Chile, plazas donde alguna vez tuvieron sucursales propias.

En el rubro afirman que la falta de adaptación al nuevo entorno comercial, marcado por mayor apertura de importaciones y cambios en los hábitos de consumo, impactó negativamente en ambas marcas. Sin embargo, en el sector también sostienen que las etiquetas todavía tienen valor y que una nueva administración podría reposicionarlas, si logra reestructurar el negocio y recuperar una propuesta comercial clara.

Mientras tanto, la línea de perfumes sigue en producción, lo que indica que algunos acuerdos comerciales de licencias ya se encuentran vigentes o en proceso de renegociación.