SALUD
Durante 2019 Unicef suministró vacunas a casi la mitad de los niños del mundo
Así lo registra la Memoria 2019 presentada por la organización en defensa de la infancia.
En un mundo en el que encontrar una vacuna contra el COVID-19 es un objetivo prioritario, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, más conocido como Unicef, predica con el ejemplo al defender la inmunización como la mejor arma para prevenir enfermedades y muertes.
La organización suministró vacunas para inmunizar a casi la mitad de los chicos menores de cinco años del mundo en 2019, con el apoyo de aliados como la Fundación Bill & Melinda Gates y de Gavi, recientemente premiada con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación. Así lo registra la Memoria 2019 presentada por la organización en defensa de la infancia.
“Es la memoria de un año normal”, contextualiza Gustavo Suárez Pertierra, presidente de Unicef Comité Español, en la rueda de prensa celebrada online. “El COVID-19 nos ha recordado el papel crucial de la cooperación y la necesidad de reimaginar un mundo con unos sistemas de salud, educación y protección reforzados en todos los países y para todos los niños”, agregó.
El informe también recoge otros logros de la organización, como salvar de una muerte segura por desnutrición a 4,1 millones de menores en distintas situaciones de emergencias.
"Existe el riesgo de perder 10 años de avances en cuanto a la supervivencia de los niños", alertó Javier Martos, director de Unicef España quien destacó la importancia del apoyo global en estos momentos tan complicados. Y no fue el único. "Una vacuna, un menú escolar o una letrina puede salvar vidas. Necesitamos ser solidarios a nivel global y con la pandemia todos hemos entendido mejor que las vacunas son lo más valioso del mundo", explicó Juan Haro, de comunicación de Unicef desde su oficina de Nigeria.
De este informe también se desprende que el Fondo para la Infancia de la ONU también contribuyó en 2019 a que 51 millones de nenes y nenas salieran de la pobreza; a la educación de 17 millones de menores; a que 39,1 millones de chicos y sus familias tuvieran agua potable en contextos de crisis humanitarias; a evitar 5,7 millones de matrimonios infantiles; a la reintegración en la sociedad de 14.400 niños soldado; y a que 3,7 millones de niños tuvieran acceso a servicios de salud mental y apoyo psicosocial.
"Aquí siempre necesitamos llegar a más, siempre hay crisis que amenazan las oportunidades de desarrollo de la infancia", remarca Raquel Fernández, jefa de prensa y de alianzas de Unicef en el Líbano, un país que protege a cientos de miles de refugiados de la guerra de Siria, que dura ya nueve años.
De las 281 crisis humanitarias en 96 países a las que Unicef atendió en 2019 los conflictos en Siria y Yemen, la crisis de refugiados rohingya en Bangladés o las inundaciones en Mozambique son algunas de las más destacadas del pasado año.
"El mensaje de lavarse las manos, tan necesario ahora en la crisis por el COVID-19, caló ya en la población que asistimos en Nigeria por otras epidemias, como la del cólera, en un país donde la mitad de la población defeca al aire libre. Ese gesto nos tocó mucho el corazón", reconoció Haro.