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El ajuste de Milei pega de lleno en los jardines comunitarios: se frenó el pago a las docentes

Marcela, docente de un Espacio de Primera Infancia de Isidro Casanova, explicó el rol central que tienen estos lugares en el cuidado de niños con edades que van desde los 45 días hasta los cinco años en los barrios vulnerables del país, donde muchas veces los padres no tienen otra opción de cuidado.

En las últimas horas, el ajuste del Gobierno de Javier Milei puso en jaque la continuidad de los jardines comunitarios. Esto se debe a que el ministerio de Capital Humano no habría ejecutado el Plan de Primera Infancia, dejando a 12 mil educadoras sin recursos y a más de 100 mil chicos sin escolarización.

Desde una movilización organizada en el centro porteño por Educadoras, auxiliares y cuidadoras de jardines comunitarios y Espacios de Primera Infancia (EPI), Marcela, docente del jardín comunitario Luna de Cristina, de Isidro Casanova, relató que ven con preocupación y angustia lo que está pasando.

“Se están vulnerando los derechos de los niños. La mayoría de los jardines comunitarios funcionamos con chicos de 45 días a cinco años. Hoy sentimos el desfinancimiento”, señaló Marcela.

La incertidumbre se generó entre las trabajadoras de los jardines y los EPI a raíz de la derogación del plan Potenciar Trabajo, que se tendría que haber pagado este martes y no fue ejecutado, y del que muchas de las personas que trabajan en estos lugares son beneficiarias.

Por eso, Marcela explicó que este miércoles se movilizó una gran cantidad de gente para reclamarle por la situación a Pablo de la Torre, Secretario de Niñez y Familia, quien, aseguraron, “se comprometió a resolver el tema”.

“Varias compañeras fueron desvinculadas del Potenciar Infancias, que nos financian a las docentes que colaboran en los jardines comunitarios”,continuó Marcela. Y, tras denunciar que el pago quedó muy desactualizado sobre la inflación, añadió: “Lo hacemos por la necesidad. Abastecemos a las niñeces y sus familias”.

“Porque hoy los padres que van a trabajar dejan a sus hijos y colaboran con un bono de 2 mil pesos. Los chicos son cuidados, alimentados, tienen programación. Somos visibles para los barrios. Consideramos muy injusto que desde el Gobierno nos quieren borrar como si no fuéramos nada”, añadió.

Finalmente, afirmó: “Antes de dar baja estos programas deben chequear el territorio, para saber a quién le están sacando el beneficio. Podés sacarle a lo que no está correcto, pero los niños no tienen la culpa de lo que está pasando desde hace décadas”.