MATE AL ALZA

El consumo de yerba mate creció con el aislamiento social

Así lo afirma Juan José Szychowski, nuevo presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate, señalando que el consumo durante el mes de abril fue el mejor de los últimos diez años.

El presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Juan José Szychowski, destacó el crecimiento del consumo durante la cuarentena por la pandemia de coronavirus y resaltó el esfuerzo realizado por el sector para preservar la salud.

En una entrevista con la agencia Télam, el flamante titular del organismo aseguró que su objetivo al frente del INYM es mejorar la situación de los pequeños productores, "trabajar fuertemente a su lado, asistirlo para que tenga una buena producción, ver de que tenga una obra social, un viejo anhelo del sector, ya que la salud es primordial", aseguró

-Szychowski, ¿afectó el coronavirus al sector?

-Tuvimos la suerte que no. En el primer trimestre se mantuvieron los volúmenes de producción y comercialización; y en abril tenemos aproximadamente un 4% más de ventas con relación a abril del año pasado.Creo que es porque la gente toma un poco más de mate al estar sin salir de su casa, y también por la campaña que se hizo para que cada uno esté con su mate y equipo.

-¿Este abril es el mejor de los últimos años?

-Así es, el mejor de la última década. En relación al año pasado, las ventas crecieron un 4%, aunque la realidad es que veníamos registrando mayores ventas año a año.

-¿Cómo hizo el sector para no verse afectado por la pandemia?

-Reaccionó muy rápido y, junto al instituto, lanzó la campaña de cada uno con su mate, no compartir la bombilla; pequeños aportes que permitieron mantener la cadena funcionando. Pero lo más importante a destacar es la responsabilidad que tomó el sector en su totalidad, de cuidar primero la salud y en segundo lugar el resto. En la primera semana se tomaron todas las precauciones, lo que permitió que después se pudiera seguir trabajando con cierta normalidad.

-¿No se registraron problemas?

-Problemas de salud, por suerte no. Sí se registraron algunos inconvenientes en la logística. Por ejemplo, los camiones vienen vacíos cuando antes viajaban a Brasil con papa o cebolla y a la vuelta cargaban la yerba. También dificultan un poco la actividad tareas de protocolo, como fumigaciones y limpiezas de los vehículos. Los choferes deben cumplir estrictas medidas de seguridad, muchos cuidados, y el sector de cosecha lo mismo; pero dentro de esta problemática se está trabajando con cierta normalidad.

-¿Las exportaciones se vieron afectadas?

-Tampoco, siguieron saliendo las ventas que estaban programas a nuestros principales mercados, Siria y Chile. Quizás un poco más lento pero se siguió exportando. El esfuerzo del conjunto del sector, la responsabilidad de cada uno, hizo que cuidemos la salud, lo que permitió trabajar con tranquilidad, hacer los embarques.

El formato de mayor preferencia de los argentinos es el paquete de medio kilo; en abril representaron el 58,09 % de las salidas de molinos al mercado interno”


-¿La demanda de Estados Unidos está creciendo mucho?

-Sí, en volúmenes no es tanto pero en porcentaje creció muchísimo en los últimos tiempos. Aún no es un mercado significativo pero sí en desarrollo, que año a año viene creciendo, y va a ser un mercado muy interesante en pocos años.

-¿A qué atribuyen este aumento?

-Se hicieron campañas en los Estados Unidos, yendo a ferias y por redes; y al hecho de que la yerba es una infusión que tiene proteínas, vitaminas, energizantes y es algo natural; y eso en el mundo se va imponiendo sobre las otras bebidas; puede ser tomada en mate, frío y caliente, mate cocido o como té, en bebidas; da para desarrollar mucho el mercado de la yerba allí.

 

-Cuando usted asumió, ¿planteó la necesidad de promover a los pequeños productores?

-Vengo del sector gremial de la yerba mate, específicamente del Centro Agrario Yerbatero Argentino (CAYA), una de las instituciones más antiguas del sector, creada por mi abuelo materno Berbardino Bertolotti para cuidar a los pequeños yerbateros. Inclusive mi abuelo fundó la primera cooperativa yerbatera-tabacalera de Misiones en 1926. Por eso creo que tenemos que cuidar sobre todo al pequeño productor que está en el fondo de las picadas. Desde el instituto tenemos que hacer un esfuerzo para que ese pequeño productor esté cada día un poco mejor. La mayoría posee chacras de menos de 25 hectáreas. Ahí tenemos planes de ayuda para hacer plantaciones nuevas, arreglar los viejos, convenios con el INTA para asistencia, etc.

-Su designación, además de los apoyos, cosechó algunas críticas. ¿A qué las atribuye?

-Prefiero no opinar del tema. Cuando asumí en el cargo, a los que me criticaron les propuse juntarnos y trabajar juntos, cada uno puede tener su visión pero todos queremos lo mejor para el sector. No es un momento de peleas ni divisiones, es el momento de sumar y unirnos, porque el momento que vive la Argentina y el mundo no es nada sencillo. Unamos esfuerzos y las mejores ideas de cada uno las voy a tratar de llevar adelante.

-¿Cuál es su principal objetivo de gestión?

-Reivindicar al pequeño productor, trabajar fuertemente a su lado, asistirlo para que tenga una buena producción, ver de que tenga una obra social, un viejo anhelo del sector; en la pandemia nos dimos cuenta de lo importante que es la salud, a la que muchos pequeños productores no tienen acceso; ayudarlos en todos los aspectos, pero el de la salud es primordial.