"El derrumbe en las ventas de los 0km provoca una bajada de precios en el mercado automotriz"

En medio de una caída sin precedentes en las ventas de vehículos cero kilómetro, el mercado automotor argentino se enfrenta a una situación crítica. Según datos recopilados por la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA), las ventas de vehículos nuevos han experimentado una disminución alarmante, con una caída acumulada de más del 30% en lo que va del año.

Marzo no ha sido una excepción a esta tendencia, ya que se ha profundizado la retracción, con una disminución de casi el 37% en comparación con el mismo mes del año anterior. Ante este escenario desafiante, los precios de los automóviles han comenzado a bajar en un intento por estimular la demanda.

Las concesionarias se ven obligadas a implementar rebajas significativas, llegando incluso hasta un 25% en algunos casos. Este fenómeno afecta especialmente a las pick-ups, siendo Toyota una de las marcas que ha anunciado la decisión de mantener los precios de febrero para su modelo Hilux durante abril, mientras que otras marcas han optado por rebajas directas.

El cambio de paradigma es evidente: después de años de sobreprecios, ahora las discusiones giran en torno a las rebajas contra las listas de precios establecidas por las terminales automotrices. En este sentido, se destaca el caso de la pick up Toyota Hilux, cuyo precio se mantendrá constante en abril, reflejando implícitamente una rebaja cercana al 26%, equivalente a la inflación acumulada en los dos meses previos.

Las pick-ups son las más propensas a estas rebajas, como lo demuestran casos como el de la Volkswagen Amarok y la Renault Alaskan Comfort, que han experimentado descensos de precios del 10% en apenas unas semanas.

La crisis en el sector automotriz no solo se refleja en las ventas, sino también en la producción. Empresas como Renault han anunciado la reducción de contratos debido a la caída de las ventas en el mercado interno, mientras que Toyota ha implementado programas de retiros voluntarios en respuesta a la disminución de sus exportaciones. General Motors ha detenido su producción temporalmente debido al cepo cambiario.

Este escenario contrasta con la situación a principios de año, cuando las concesionarias se mostraban reacias a vender debido a la falta de precios actualizados. Sin embargo, una vez que el Gobierno liberó los precios en enero, las terminales automotrices aplicaron aumentos que los consumidores no estuvieron dispuestos a asumir, generando una crisis de demanda.

En este contexto, las estrategias comerciales han cambiado, con ofertas de planes de financiamiento como "tasa cero" y descuentos significativos para atraer a los compradores. A pesar de estos esfuerzos, las ventas continúan en declive, afectando también al mercado de vehículos usados, cuyos precios también están empezando a ajustarse a la baja.

En resumen, el mercado automotor argentino enfrenta una de las crisis más severas de los últimos tiempos, con una demanda en caída libre y precios en constante ajuste a la baja en un intento por mantener la competitividad y estimular las ventas.