"Acompañados o solos"

El discurso de Milei en el Mercosur, contra el Mercosur

El Presidente reclamó la flexibilización del bloque regional y pidió "reformas pro libertad comercial". Dejó en el aire la amenaza de que la Argentina abandone las reglas del Mercosur.

El discurso de Javier Milei en su despedida como presidente pro témpore del Mercosur fue un cúmulo de amenazas, reclamos y advertencias a los demás presidentes presentes en la cumbre. Con mal tono, cuestionó la vigencia del mercado común, reclamó su flexibilización, exigió reformas ultraliberales y avisó que la Argentina podría abandonar las reglas del bloque si los socios no acompañan esas medidas. "Emprenderemos el camino de la libertad y lo haremos acompañados o solos", lanzó.

Fuera cualquier intento de confraternizar y, como buen anfitrión, tender lazos para eventuales acuerdos, el jefe de Estado argentino echó en la cara de sus pares las regulaciones por las que todo bloque se rige.

“El Mercosur, al que de mercado y de común le quedó cada vez menos. Nosotros buscamos ponerle fin a lo que consideramos una inercia destructiva”, dijo y repitió su amenaza: "Está en nuestros socios del Mercosur decidir si van a acompañar el camino que hemos elegido".

Milei dejó claro que su gobierno va a “insistir en flexibilizar las condiciones de sociedad que unen" a los países miembros, habló de la existencia de una “cortina de hierro” (tal la denominación que se le dio al régimen soviético caído hace 40 años, y reclamó avanzar hacia "un esquema comercial y regulatorio mucho más libre".

“Queremos que el Mercosur adopte las reformas pro libertad comercial que necesita y por eso esperamos que la próxima presidencia acompañe las medidas que hemos tomado”, dijo en referencia la labor que a partir de hoy ejercerá Luis Inazio Lula Da Silva en representación de Brasil.

“Si esto no fuera posible –amenazó Milei- y los socios del bloque prefirieran persistir en un camino que no nos ha resultado, entonces tendremos que insistir en flexibilizar las condiciones de sociedad que nos une”.

Según él, la Argentina “emprenderá el camino de la libertad, y lo haremos solos o acompañados” ya que, en su opinión, “la barrera que levantamos (desde el Mercosur) para protegernos comercialmente terminó excluyéndonos".

Críticas y solo críticas al Mercosur

Su discurso leído con tono monocorde arrancó con una crítica a la diplomacia: dijo que solo sirve “para ocultar los pensamientos”. “En encuentros como este, la norma es hablar diciendo lo menos posible”, cuestionó y avisó que él diría “verdades difíciles”.

Acto seguido, disparó: “La barrera que levantamos para protegernos comercialmente terminó destruyéndonos del comercio y la competencia global”. También criticó que el Mercosur “tiene una estructura burocrática elefentiásica, dedicada a reuniones eternas”.

Afirmó que el bloque “cercenó libertades económicas y privó de oportunidades a los privados de la región”. “Al Mercosur, de mercado y de común le quedó cada vez menos”, acusó y propuso avanzar hacia “un esquema comercial y regulatorio mucho más libre, en lugar de la cortina de hierro a la que hoy estamos sometidos”.

Un balance auto-favorable

Luego hizo un repaso por las medidas que la Argentina impulsó al ocupar la presidencia pro témpore del bloque y la caracterizó por logros que en la realidad no quedaron claras, no encontraron consenso y sólo quedaron en propuestas.

Se jactó también de haber tejido la alianza con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) -que aún no se expresó en resultados- y se ufanó de tener “vínculos” entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), algo que en rigor fue promovido por varios gobiernos anteriores.

Mencionó otras negociaciones con países y regiones que aún no se cerraron, y pidió a sus pares que se desempolve su propuesta de crear una agencia contra el delito organizado. “Se trata de un recurso que no puede esperar”, pidió.

En este punto lanzó una chicana gratuita a Brasil: “Si el Primer Comando de la Capital o el Comando Vermelho se extendieran por el Mercosur, toda la región estará en peligro y será imposible erradicarla de su país de origen”, dijo en referencia a dos de las organizaciones criminales que asolan en Brasil.

“Una lanza que nos permita penetrar”

“Buscaremos acelerar la marcha hacia una apertura comercial más profunda y adecuada a la realidad de nuestros pueblos, lo cual exige una mayor agilidad en los términos burocráticos”, dijo y lo justificó con una matemática extravagante: “No puede existir empresa sin mercado y no puede existir trabajador sin empresa”.

“Cada año que pasa sin libertad comercial es un año en que una empresa no puede crecer ni contratar gente”, puntualizó y, para dejar clara su estrategia, se valió de una de sus tantas metáforas violentas: “Debemos dejar de pensar al Mercosur como un escudo que nos proteja del mundo y comenzar a pensarlo como una lanza que nos permita penetrar en los mercados globales”.