Crisis
El FMI alertó sobre los riesgos de una recesión prolongada y una caída del PBI para Argentina
El staff del organismo empeoró su pronóstico para la economía de nuestro país, al anticipar una caída del PBI para este año del 3,5%.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) empeoró su pronóstico para la economía al anticipar una caída del producto bruto interno (PBI) para este año del 3,5% y advirtió sobre el riesgo de una recesión más prolongada de lo previsto que pueda elevar las tensiones sociales. Y si bien aseguró que la inflación bajará a un ritmo más rápido de lo que esperaba para estar en torno a un 140% en 2024, reclamó por la necesidad de restituir el impuesto a las Ganancias como herramienta de estabilización.
“La actual recesión económica podría prolongarse más y el proceso de desinflación podría resultar más persistente, provocando penurias prolongadas e intensificación de las tensiones sociales, incluso con el refuerzo del gasto social”, indicó el informe del staff del Fondo que fue presentado ante el board la semana pasada para la aprobación de la 8º revisión del programa con la Argentina.
Asimismo, remarcó que “varios indicadores” apuntan hacia una “posible estabilización” de la economía a partir de abril, incluidas mejoras en la confianza de los consumidores, un repunte del crédito privado y el consumo de cemento, además de una mejora de la cosecha del campo luego de la histórica sequía del año anterior.
Después de aprobar el desembolso de US$ 800 millones, el organismo destacó el avance del plan de ajuste del Gobierno de Javier Milei, pero volvió a alertar por los “desequilibrios”. En ese marco, insistió en la suba del impuesto a las Ganancias, una medida que fue rechazada por el Senado pese a la aprobación de la Ley Bases, y pronosticó que la inflación mensual cerrará a fin de año en torno al 4%, lo que representa un freno respecto del 4,2% registrado en mayo pasado.
“La firme implementación del plan de estabilización (basado en una fuerte ancla fiscal sin nuevo crédito neto al gobierno y correcciones de precios relativos) ha llevado a impresionantes compras de divisas por parte del banco central, los primeros superávits fiscales mensuales consecutivos en casi dos décadas, notablemente menores. Brechas cambiarias y diferenciales soberanos cayendo a mínimos de varios años”, le reconoció el FMI al Gobierno en el staff report publicado este lunes.
De todas formas, mencionó el Fondo: “Para sostener los sólidos avances ya logrados y respaldar la recuperación se requiere: (i) fortalecer el ancla fiscal mejorando la calidad y durabilidad de la consolidación en curso a través de medidas estructurales, algunas de las cuales están actualmente bajo consideración del Congreso y requieren aprobación oportuna; y (ii) perfeccionar los marcos de política monetaria y cambiaria y la comunicación para afianzar firmemente el proceso de desinflación, mejorar aún más la cobertura de reservas y apoyar la transición a un nuevo régimen de “competencia monetaria”.
Sobre la recesión de este año, el organismo empeoró su proyección más reciente, aunque mejoró la de inflación. “La producción se contraerá alrededor de un 3,5% en 2024 (anteriormente un 2,75 por ciento), aunque se espera un cambio de rumbo en la actividad durante la segunda mitad de este año, a medida que se alivien los obstáculos de la consolidación fiscal, los salarios reales comiencen a recuperarse y la inversión se recupere en respuesta a las reformas”, mencionó el informe del staff técnico aprobado por el directorio.
“Se espera que la inflación mensual caiga aún más, convergiendo a alrededor del 4 por ciento para fines de 2024 (140 por ciento interanual frente al 150 por ciento anterior), y disminuyendo aún más en el mediano plazo, a medida que la demanda de pesos se recupere de niveles históricamente bajos”, continuó el Fondo. “Mientras tanto, se prevé que las reservas se mantengan sin cambios, ya que los términos de intercambio menos favorables se ven compensados en gran medida por mayores entradas netas de capital. Los superávits fiscales y externos sostenidos a mediano plazo -respaldados por políticas estrictas, aumentos de productividad y mejoras estructurales en el balance energético- fortalecerán las reservas y asegurarán las perspectivas de acceso a los mercados internacionales”, apuntó el organismo.