Sustitución de importaciones
El Gasoducto Néstor Kirchner ya abastece a la red troncal de transporte
Este jueves a las 14 se registró el primer ingreso y en los próximos días sumará al sistema 11 millones de metros cúbicos diarios de gas.
Fuentes de ENARSA informaron que el punto de medición 1003 de vinculación entre el GPNK y el gasoducto troncal Neuba II, a la altura de la planta Saturno en el partido bonaerense de Salliqueló, registró el primer ingreso de gas a las 14, que se irá incrementando progresivamente.
De esta manera, en los próximos días a través del nuevo ducto se estará incorporando al sistema los 11 millones de metros cúbicos (MMm3) diarios de gas, el tope de su capaciadad inicial.
En tanto, para el último trimestre del año se espera la puesta en marcha de dos equipos compresores, que ya se encuentran para su instalación en las plantas cabeceras de Tratayen y Salliqueló, que elevarán ese volumen hasta los 21 millones de metros cúbicos diarios.
El proceso de construcción de la Etapa I del GPNK, y sus obras complementarias, buscan asegurar el abastecimiento del mercado interno y la sustitución de importaciones.
De esta manera, la Argentina evitará a partir del año próximo tener que importar Gas Natural Licuado (GNL) a través de la terminal flotante del puerto de Bahía Blanca, lo que significará una sustitución de importaciones que se abastecerá con el incremental productivo de la formación no convencional de Vaca Muerta.
El AMBA, considerada la de mayor demanda de gas, ya era abastecida por el gas de Vaca Muerta tanto por el sistema del Neuba, y a la zona norte bonaerense y sur de Córdoba y Santa Fe por el gasoducto Centro Oeste.
Ahora el Gobierno nacional encara como prioritarios el llamado a licitación del reversal del Gasoducto Norte, que permitirá que el gas de la cuenca neuquina sustituya en las provincias de aquella región del país las importaciones provenientes de Bolivia, que se encuentran en declino productivo, y luego con la generación de excedentes, comenzar a exportar a Chile y a Brasil.
Así, al tiempo que se asegura el abastecimiento de las distintas regiones, las obras de transporte permitirán reducir el costo de abastecimiento de la demanda nacional con un efecto de sustitución de importaciones que repercute tanto en la balanza comercial como en los subsidios energéticos.
Tan sólo en concepto de disminución de importaciones se prevé un ahorro para este año de alrededor de US$ 1.700 millones, que se incrementará a unos US$ 4.000 millones en 2024.