Transporte

El Gobierno apuesta a recuperar el sistema ferroviario

El proyecto bebe de distintas fuentes y busca revertir el desguace consumado en los 90, agravado luego por el macrismo.

Cuando el ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, dijo hace pocos días que se proponía llevar adelante una “reparación histórica” del sistema ferroviario argentino, no hacía más que reiterar un concepto que ya habían expresado él mismo y otros funcionarios del área: la necesidad de volver a poner de pie una estructura que fue motivo de orgullo y de desarrollo para el país, y que fue desguazada en la fatídica década del 90, para luego sufrir un nuevo golpe durante el macrismo.

Ya en abril del año pasado, tras su designación al frente de Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE), con Alexis Guerrera como ministro de Transporte, Damián Contreras advertía que se proponía convertir al sistema ferroviario en una “política de Estado”, con objetivos a mediano y largo plazo que incluían una “recuperación de kilómetros de vías que tenga más que ver con los casi 50.000 kilómetros que alguna vez tuvimos”.

En efecto, el país llegó a tener más de 47.000 kilómetros de vías férreas que recorrían todo el territorio nacional. Pero en los 90, durante el gobierno de Carlos Menem, al son de las privatizaciones de empresas públicas, el achicamiento del Estado y la apertura de la economía, se levantaron ramales a diestra y siniestra. A lo largo de los años, el material inactivo (trenes, rieles) se fue arruinando o perdiendo.

Las economías locales sufrieron cuando dejó de pasar el tren. Según el Movimiento Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos (Monarefa), el levantamiento de ramales dejó como consecuencia “1.300 pueblos abandonados”.

Pero a este proceso de desintegración, que no se revirtió en los quince años siguientes a la salida de Menem del poder (aunque sí hubo una mayor inversión durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández), le siguió un nuevo golpe: el que le asestó la administración de Mauricio Macri.

“En el gobierno anterior hubo un desmoronamiento del sistema ferroviario”, apuntó Giuliano. Y lo relacionó con una concepción que fue común al menemismo y al macrismo: la primacía del cálculo financiero por encima de toda otra consideración. El ministro lo consideró “un grave error de una época” que aún hoy “algunos continúan”.

“Esa cuenta fría de cuánto entra y cuánto sale que se hizo en los 90 no es la perspectiva que hemos

desarrollado desde el Ministerio de Transporte durante la presidencia de Alberto Fernández, que tiene que ver con la internalidad, con el impacto del sistema ferroviario en la economía regional, en el desarrollo de las comunidades y en la baja de costos logísticos”, enfatizó Giuliano.

Una búsqueda histórica

Los proyectos para recuperar el sistema ferroviario vienen de larga data: nacieron casi al mismo tiempo que el desguace de la red practicado en los años 90 por el gobierno de Carlos Menem. Uno de los principales proponentes fue el cineasta y legislador Pino Solanas, fundador de Proyecto Sur, cuya propuesta, llamada “Tren para Todos”, incluía la reconstrucción de la red en un lapso de varios años (con una etapa inicial de cinco) y un paquete de leyes para la creación de una empresa pública de ferrocarriles, de un fondo para el desarrollo ferroviario y de una comisión especial que investigara las concesiones y los subsidios otorgados a las empresas.

Más recientemente, en 2021, el Instituto de Estudios Nacionales y el Monarefa presentaron un documento en el que abogaban por la reconstrucción de un sistema cuya entrega describían como “un genocidio silencioso y no tanto”.

Por distintas razones, las diversas iniciativas no prosperaron. Esta vez, el gobierno del Frente de Todos aspira a producir un cambio que se sostenga en el tiempo.

Hacia una nueva ley

“Estamos trabajando con FASE para que la reparación histórica del sistema ferroviario no dependa del humor o del marketing de un gestor del momento, sino que sea una política pública”, explicó Giuliano.

Por eso, en octubre último, Contreras anunció que aquella política de Estado de la que hablaba seis meses antes se constituiría en una “reparación histórica”, y se plasmaría en un proyecto de ley, para que los objetivos a que se apunta “no sean interrumpidos por la coyuntura política”. De esa manera, se busca que el Congreso “asegure la continuidad de esas obras, independientemente de los funcionarios que pasemos por el sistema ferroviario”, explicó.

En esa iniciativa se busca “garantizar las inversiones” en el sector ferroviario y se promueve la “federalización nacional del ferrocarril”, dijo el titular de FASE, quien aclaró que no se trata de un proyecto ya cerrado sino que se espera que “todo el sistema ferroviario” aporte para su construcción.

Contreras profundizó en estos conceptos durante una conferencia sobre desarrollo agrobioindustrial, que se realizó en la Universidad de Buenos Aires (UBA), con la participación de funcionarios de distintos estamentos, sindicalistas y especialistas.

“El ferrocarril es una pieza fundamental a la hora de pensar el desarrollo de un país. Desde FASE impulsamos una ley de Reparación Histórica que permita poner en valor el sistema ferroviario argentino. Y no se puede pensar en

desarrollo sin pensar en la agroindustria, que impulsa el desarrollo de las provincias y el crecimiento de sus economías”, dijo el presidente de Trenes Argentinos.

Más allá del proyecto de ley, el ministro Giuliano destaca que la reconstrucción ya se está produciendo. “Hemos recuperado 17 ramales e intervinimos 1.800 kilómetros de vías”, detalló.

Y agregó: “Lo que hizo el Presidente es recuperar la inversión ferroviaria que se había desmoronado a partir de 2017 y esto debería ser una política de Estado”.