será por decreto

El Gobierno cambiará el nombre del Centro Cultural Kirchner por "Palacio Libertad"

Lo confirmó el vocero presidencial Manuel Adorni en sus redes sociales. El centro cultural fue inaugurado en 2015 durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, tras realizarle trabajos de restauración y puesta en valor en las cuatro fachadas y el interior del edificio.

El Centro Cultural Kirchner (CCK) dejará de llamarse así para ser rebautizado como "Palacio Libertad". Así lo confirmó este martes en su cuenta de X el vocero presidencial, Manuel Adorni, pero sin precisar desde cuándo. La modificación se instrumentará por decreto. 

El anuncio del Gobierno ocurre semanas después de haberlo renombrado como "CCK". Así, el centro cultural más grande de Sudamérica, donde anteriormente funcionaba el ex Palacio de Correos y Telecomunicaciones, Monumento y Patrimonio Histórico Nacional, sufrirá una modificación en su nombre, tal como había anticipado tiempo antes el gobierno de La Libertad Avanza (LLA).

Algunas de las opciones barajadas previamente fueron Julio Argentino Roca, Jorge Luis Borges, Domingo Faustino Sarmiento y Bartolomé Mitre. Finalmente se designó el nombre de Palacio Libertad.

Se trata de un espacio clave por su ubicación, en pleno corazón de la Ciudad de Buenos Aires, y su potencial para desarrollar actividades y eventos de todo tipo, ya que tiene más de 100.000 metros cuadrados de superficie.

El edificio data del siglo pasado. Durante la década de 1880, el entonces presidente Miguel Juárez Celman impulsó su construcción para convertirse en la sede central de la Dirección de Correos y Telégrafos. El arquitecto francés Norbert-Auguste Maillart fue el encargado del proyecto. La obra comenzó en 1911 y finalizó en 1928, año en que fue inaugurado por el presidente Marcelo T. de Alvear.

Durante 80 años, la emblemática edificación funcionó como Correo Central, donde había una gran actividad -salían y entraban miles de mensajes, cartas y documentos por día-. En 1997, el ex Palacio y su mobiliario fueron declarados Monumento y Patrimonio Histórico Nacional.

A partir del 2009, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, se hicieron trabajos de restauración y puesta en valor en las cuatro fachadas y el interior del edificio. En tanto, en mayo 2015, volvió a abrir sus puertas, esta vez bautizado como Centro Cultural Néstor Kirchner (CCK), y se convirtió en uno de los centros culturales más importantes del mundo.

Durante la presidencia de Mauricio Macri hubo un intento de cambiarle el nombre. El clímax de la discusión llegó a finales de 2018, cuando el por entonces partido de Cambiemos lanzó los lineamientos para un proyecto de ley que regularía la competencia del Congreso para bautizar o rebautizar monumentos y edificios públicos nacionales. Sin embargo, finalmente, no se avanzó con el cambio.

Principales atractivos del CCK

Entre sus principales atractivos se encuentra La Ballena Azul, una sala de música sinfónica para 1.750 espectadores; una Sala de Música de Cámara para 540 personas; y la Gran Lámpara, un espacio de 2 mil metros cuadrados destinado a exhibiciones, que se ubica en el sexto y séptimo piso y está revestido por placas de vidrio que emiten luz.

Las antiguas oficinas se transformaron en espacios para proyección de videos, conferencias y exposiciones. Además, hay seis salas auditorios para más de 100 espectadores.

En la cúpula, un vidrio facetado y un sistema de luces led se convirtió en un gran foco de atención. Esta área cuenta con un escenario levadizo, bancos laterales de pinotea, luces escénicas y un exclusivo sistema de refrigeración.

También es muy impactante la obra móvil donada por el artista mendocino Julio Le Parc. Su “Esfera azul”, hecha con placas de acrílico, corona el hall de ingreso del edificio.

Desde 2020, en el hall central del CCK se alzaba una estatua del expresidente Néstor Kirchner, que fue repatriada tras varios años en la sede de la Unasur en Quito, Ecuador. Es una obra hecha en bronce por el argentino Miguel Gerónimo Villalba.

Fue una donación en 2014 del Gobierno de Cristina a ese órgano, del que Néstor fue el primer secretario general. Pero en 2019 el presidente ecuatoriano Lenin Moreno ordenó removerla, y volvió a la Argentina al año siguiente.

Pero finalmente, con la llegada al poder de Javier Milei, se decidió que la estatua fuera trasladada a Quilmes para resguardarla, aunque todavía no tiene un destino fijado.