BIOCOMBUSTIBLES

El Gobierno prorrogará la Ley de Biocombustibles por decreto

El secretario de Energía, Darío Martínez, lo confirmó este jueves en Tucumán.

La ley de biocombustibles que vence el 11 de mayo se prorrogará por 60 días, según adelantó este jueves el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez. Al no haberse llegado a un consenso en el Congreso Nacional para sancionar una nueva norma, el presidente Alberto Fernández tiene tomada la decisión de mantener temporariamente la vigencia de la Ley 26.093. Lo hará a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU).

La confirmación, de lo que se venía contemplando como posibilidad en los últimos días, sucedió en una visita de Martínez a Tucumán, donde los ingenios azucareros que producen bioetanol para mezclar con las naftas gravitan fuerte en la economía regional.

La prórroga se plantea como una ganancia de tiempo para discutir en profundidad el futuro marco regulatorio, porque la propuesta oficialista que habían avanzado hasta ahora en la Cámara Baja había recibido un rechazo mayoritario del sector agroindustrial, especialmente del cluster maicero con eje en Córdoba. El gobernador Juan Schiaretti encabezó una articulación público-privada para defender las plantas del sector que funcionan en la provincia mediterránea, acompañado por los productores agrícolas y los empresarios de Córdoba.

La discusión se desarrolla como una película de suspenso en cuenta regresiva, desde el año pasado: el 30 de octubre, el Senado presidido por Cristina Kirchner le dio media sanción por “unanimidad” a una prórroga por cuatro años de la ley que fue aprobada en 2006, durante el gobierno de Néstor Kirchner.

Lo curioso es que quien intentó ponerle un freno a la continuidad de ese marco regulatorio fue el hijo de Cristina y Néstor, Máximo Kirchner, quien impulsó un proyecto que finalmente fue rechazado por la oposición política, sectores afines como el peronismo cordobés liderado por Schiaretti y buena parte de los sectores productivos.

En ese marco, la agroindustria logró trascender su visión sectorial y puso en consideración que la actividad económica de los biocombustibles es importante y beneficiosa también en términos sociales y ambientales: son 54 plantas en 10 provincias, por las cuales en los últimos 15 años se realizaron inversiones por más de US$1000 millones, que generaron más de 65.000 puestos de trabajo”.

La visita de Martínez a Tucumán, y que haya anunciado allí la prórroga a la ley de biocombustibles, tiene un fuerte simbolismo político. El funcionario es chubutense, por lo cual está muy vinculado a los intereses petroleros que tienen base territorial en el sur del país y defienden la primacía de los combustibles fósiles. A su vez, la región patagónica es un polo de representación política para el oficialismo que gobierna el país, como también lo es el norte del país. Ese equilibrio de representaciones, de cara a las próximas elecciones, es lo que seguramente fue a buscar Martínez al “Jardín de la República”.

En ese sentido, les aseguró a los tucumanos que “en la nueva ley se contemplará el corte de bioetanol de caña de azúcar en su totalidad”. Lo escucharon el gobernador Juan Manzur, otros funcionarios y empresarios del sector. “La transición energética en el mundo es lo que viene y en la Argentina también”, les prometió Martínez.

Con todo, a través de la prórroga, Alberto Fernández también buscaría congraciarse, o al menos no tensar la cuerda en términos políticos, con las inquietudes cordobesas, exponentes representativos de la agroindustria del centro del país, donde también pesan los santafesinos, en este caso con foco en el biodiesel. El gobernador Omar Perrotti suele exponer sus circunstanciales discrepancias con el oficialismo nacional con modales menos rutilantes que Schiaretti, pero también es un productivista y ha hecho llegar su mensaje. Los votos de Córdoba y Santa Fe ya están tallando de cara a las próximas elecciones.