la salud

El sedentarismo que generó la pandemia y cuesta dejar, sigue trayendo problemas de salud

Cada vez más común: uno de cada cinco argentinos padece de hemorroides. Y diversos estudios las asocian al sedentarismo y al actual estilo de vida en las ciudades, con poca practica deportes y demasiadas horas diarias frente a las pantallas, ya sea para trabajar como para descansar.

Dedicar más tiempo a las actividades intelectuales que a las físicas es la característica central del hábito sedentario. Y constituye un problema para la salud, ya que sus consecuencias se asocian con mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y predisponen al sobrepeso, la obesidad, la diabetes, los problemas osteomusculares, la elevación de los valores de colesterol, el estrés y hasta el cáncer. Este combo de consecuencias del sedentarismo para la salud incluye, también, los problemas hemorroidales.

Estos problemas son hinchazón en las venas de la zona anal o en su parte baja. Cuando se debilitan las paredes de estos vasos, se genera la ampolla que genera picazón, dolor, ardor y hasta sangrados

El sedentarismo y beber poca agua son las causas más frecuentes de las hemorroides. También el embarazo o el estreñimiento pueden favorecer la aparición de cuadros hemorroidales. Y un hábito de época como pasar mucho tiempo sentados en el baño, leyendo o usando el teléfono celular, agrava el problema y empeora los síntomas. Hoy el 20 por ciento de los argentinos sufre de hemorroides, que afectan de igual manera a hombres y a mujeres de entre 18 y 45 años de edad. Sin embargo, las personas de ambos sexos, entre 45 y 65 años son más propensas a las hemorroides.

Sin embargo, en la actualidad hay varios tratamientos, pero el primero de ellos es abandonar el sedentarismo. Si ya tenemos la hemorroide, lo que necesitamos es un antiinflamatorio para ayudar a proteger el sistema venoso y capilar. Algunos son de venta libre están indicados para el alivio temporal de molestias hemorroidales como dolor, picazón o irritación, así como también para paliar síntomas de trastornos en la circulación venosa crónica, como sensación de pesadez, cansancio, hinchazón, ardor, dolor y sensación de hormigueo. De todos modos, siempre es recomendable consultar a un especialista.