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En Argentina buscan que los talles de la ropa sean en centímetros

El Instituto Argentino de Normalización y Certificación actualizó una serie que establece la identificación de la indumentaria a través de medidas corporales en centímetros y no como “S, M, L, XL".

El Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM), que trabaja desde 1998 en normas sobre los etiquetados de los talles de la ropa en el país, actualizó una serie que establece la identificación de la indumentaria a través de medidas corporales en centímetros y no como “S, M, L, XL". Con esto apuntan a mejorar la experiencia de compra.

Bajo la premisa de que “los talles deben estar basados en las personas y no en la moda”, la finalidad de la serie IRAM 75300 es orientar tanto a los consumidores como a los productores de indumentaria para así evitar “anarquía” en la marcación de la ropa. Aún sin una ley nacional en vigencia, la industria textil usa estos parámetros como guía para determinar las dimensiones de las prendas.

Si bien estas normas son de adhesión voluntaria, parte de su contenido se contempló en algunas leyes de talles del país, como la de la Provincia de Buenos Aires (Ley 12.665), la de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Ley 3330), la de Mendoza (Ley 8579) y la de Santa Fe (Ley 12841).

Lo que establece la serie es que la ropa para hombres, mujeres y niños deberá identificarse según las medidas corporales de las personas a las cuales está destinada. Por eso, será importante que los consumidores sepan sus dimensiones de antemano para poder detectar rápidamente cuáles son las prendas que mejor se adaptan a sus cuerpos al momento de hacer una compra.

De acuerdo a la serie IRAM 75300, si se trata de una prenda superior, como una remera, la medida corporal principal que la identifica es el contorno del busto o tórax, según sea para mujer u hombre. Si es una prenda inferior, como un pantalón, la dimensión más importante es la cintura.

Estas medidas principales se combinan con otras secundarias, como el contorno de cadera y la altura, entre otras, para completar el talle de la prenda en su totalidad. “La combinación de los valores de las medidas principales y secundarias es libre. Esta información se vuelca en un pictograma ya definido, el cual se puede colocar a modo de etiqueta colgante o cosida a la prenda y debe tener un tamaño tal que sea legible y asegure su permanencia hasta tanto llegue a las manos del consumidor”, indicó el IRAM.

Las medidas que se observan en el pictograma, que corresponden al tipo de prenda que se identifica, se encuentran establecidas, a modo de intervalos y en centímetros. “Es aconsejable que los rangos que figuran en las prendas que cada comerciante ofrece, se encuentren a la vista del público en los locales comerciales. De este modo, el consumidor sabrá qué talle le corresponde de acuerdo a su medida corporal”, explicó el instituto.