EDUCACIÓN

Estudiantes porteños cuestionan la infantilización de sus reclamos

Además, la comunidad educativa de más de veinte colegios solicitan la apertura de diálogo con el gobierno de la Ciudad.

Estudiantes de escuelas secundarias públicas de la Ciudad de Buenos Aires cuestionaron que se hayan "individualizado e infantilizado" los reclamos que los llevaron en "última instancia" a las tomas de establecimientos y jornadas de lucha durante la última semana, las que consideraron una muestra de "un movimiento estudiantil organizado y colectivo" que busca construir un modelo "que incluya las voces y derechos de toda la comunidad educativa".

Así lo expresaron Lucía Guttlein y Gael Gómez, de la Escuela de Música Juan Pedro Esnaola; Martina Segretin, del Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández; Brisa Hunglinger, de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Mariano Acosta, y Marcos Lainez, del colegio Nicolás Avellaneda.

Reunidos en la puerta de ésta última institución y después de saludarse con sentidos abrazos, compartieron con Télam sus reflexiones a una semana de la toma en el Mariano Acosta, una protesta a la que luego se sumaron más de una veintena de instituciones con tomas, pernoctes y abrazos simbólicos en reclamo de viandas dignas, mejoras edilicias y "prácticas laborales repensadas".

"Pese a todos los reclamos que llevamos, lo que más nos preguntaron esta semana es qué opina mi papá de que yo esté tomando el colegio o sobre las notas de mi boletín, o si no había una forma 'menos violenta' de reclamar", comenzó Lucía (16), secretaria general del Centro de Estudiantes del Esnaola.

Y continuó: "Terminan infantilizando nuestros reclamos porque desde el adultocentrismo, si somos niños o adolescentes, no tenemos ni idea de lo que queremos y esto no es así".

"Lo que queremos es sentarnos a discutir la educación pública para construir un sistema educativo inclusivo en el que todos tengamos voz a la hora de tomar las decisiones que nos afectan", aseveró la adolescente.

En coincidencia con sus pares, Lucía cuestionó: "Nos quieren sacar de la cancha porque tenemos 16 años, pero planteamos una discusión política mucho más fundamentada y mejor planteada, que apunta a la educación pública como algo que se tiene que pensar colectivamente".

Los estudiantes enfatizaron en el intento creciente de atomizar la lucha estudiantil. "En general, vemos que se busca cada vez más individualizar el movimiento y nuestros reclamos y no analizar qué está pasando en general, en este caso con la educación pública", dijo.

En esa línea, Martina (18), secretaria general del Centro de Estudiantes del Lenguas Vivas, cuestionó la "minimización" del movimiento estudiantil cuando se habla "de que somos unos pocos estudiantes que tomamos los colegios".

"No somos una minoría, se tomaron 26 colegios con el apoyo de sus estudiantes por votaciones casi unánimes, y estuvimos en reuniones permanentes con la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB), la más grande del país", argumentó.

Y apuntó: "Una minoría es la reunión que tuvo el Ministerio de Educación hace unos días con unos 30 estudiantes que son únicamente de la línea política de ellos".

Desde el lunes, además de los colegios ya mencionados, se sumaron a las distintas protestas la Escuela Normal Superior Lenguas Vivas Sofía Esther Broquen de Spangenberg, la Escuela Superior de Educación Artística en Artes Visuales Rogelio Yrurtia, la Escuela Superior Especializada en Cerámica N° 1, la Rodolfo Walsh, el Osvaldo Pugliese y también el Colegio Nacional Buenos Aires y la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, ambas dependientes de la Universidad de Buenos Aires (UBA), entre otras instituciones.

"Frente a un modelo educativo individualista, del 'sálvese quien pueda', nosotros tomamos los colegios, de manera organizada y colectiva, porque queremos construir un modelo de educación que integre a toda la comunidad educativa y los derechos de estudiantes, docentes, directivos y familias", añadió por su parte Brisa (16), consejera de Géneros del Acosta.

Asimismo, los estudiantes coincidieron en resaltar la solidaridad entre distintos colegios durante las jornadas de lucha y la colectivización de conocimientos.

"Quienes piensan que nos dan un manual con el paso a paso para una toma ningunean nuestra organización estudiantil, que se nutre de la transmisión de conocimientos entre compañeros", expresaron.

Respecto a las consignas que motivaron las jornadas de lucha, Gael (16) consideró que el estudiantado bajó "la vara de los reclamos" y que las demandas actuales "llegaron a ser las básicas y urgentes para mantener una educación digna", y dijo que a pesar de eso la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, las desconoce argumentado que "no es algo que hubiese sido planteado anteriormente".

"Además de ser mentira, es muy vergonzoso que la ministra de Educación salga a decir que nosotros nunca lo planteamos, cuando en realidad, por su cargo, ella se debería acercar por obligación a nuestros colegios y saber la realidad que tenemos", manifestó Brisa.

En ese contexto, cuestionaron que las autoridades porteñas no se hicieran presentes en el espacio de "mediación" propuesto por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad el pasado jueves.

"Nuestro objetivo nunca fue tomar colegios, es la última instancia ante la falta de respuesta, porque hasta esta semana fuimos totalmente invisibles", planteó Gael, quien junto a sus compañeros destacó que se logró poner "en agenda" a la juventud como sujeto político.

Con todo, sostuvo que es "una decisión política no convocarnos a un diálogo, como también lo es gastar 20 millones de pesos por día en publicidad y un cuarto de eso en educación pública".

En ese sentido, Marcos (16) agregó que "hay un plan de desfinanciación de la educación porque no sólo no es una prioridad, sino que directamente es un gasto y ya sabemos qué se hace con el gasto: se recorta".

"Cuando quienes no coincidimos con eso nos plantamos y cuestionamos estas cosas nos dicen que estamos 'sobreideologizados', que nos lavan la cabeza, o que somos unos vagos que no queremos estudiar, una idea muy instalada", dijo el vocero del Avellaneda.

Al respecto, los y las estudiantes enfatizaron el deseo de "ir a aprender y disfrutar de ir a la escuela e incluso de un acercamiento a lo laboral pero con un sistema educativo de calidad que respete lo que queremos a futuro".