¿Hasta cuándo tendremos que convivir con el coronavirus y el temor a la muerte que trae consigo?
Con el mundo prácticamente paralizado, sin clases, sin fábricas ni fútbol, sin turismo ni viajes de negocios debido a la expansión del coronavirus, la pregunta surge por sí sola: ¿cuánto tiempo podrá extenderse la epidemia? ¿Cuándo se podrá volver a la rutina de una vida normal? Lamentablemente, aunque no haya una respuesta contundente, la realidad […]
Con el mundo prácticamente paralizado, sin clases, sin fábricas ni fútbol, sin turismo ni viajes de negocios debido a la expansión del coronavirus, la pregunta surge por sí sola: ¿cuánto tiempo podrá extenderse la epidemia? ¿Cuándo se podrá volver a la rutina de una vida normal?
Lamentablemente, aunque no haya una respuesta contundente, la realidad indica que la misma tiene tintes pesimistas.
En Europa (al principio fue Italia, pero ahora España y Francia tienen también un número de muertes diarias alarmante) la situación es crítica, mientras que Estados Unidos se convirtió en poco tiempo en el país con más contagios del globo. La situación en América Latina tampoco es alentadora y los casos en México, Colombia, Chile, Brasil y Argentina crecen a diario. El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, dijo que cree que su zona puede “cambiar el rumbo” de la lucha contra el brote en las próximas 12 semanas aunque, por más que los casos se reduzcan en esos tres meses, la realidad es que la tendencia puede tardar mucho tiempo en desaparecer, posiblemente años.
En ese sentido, demás está decir que la estrategia actual del aislamiento implantada por varias naciones (entre ellas, la nuestra) no puede sostenerse en el tiempo y, de hecho, ni siquiera podrá mantenerse a largo plazo porque el daño social y económico sería catastrófico.
Varios países de Europa, así como Estados Unidos y todos aquellos cuyos picos de epidemia ya llegaron a su techo, van a necesitar tener en claro cuál va a ser su “estrategia de salida”, lo que implica conocer a la perfección cómo van a levantar las restricciones y volver a la normalidad, a pesar de que el Covid-19 siga presente. “Tenemos un gran problema en cuanto a cuál debe ser la estrategia de salida y cómo vamos a salir de esto”, admitió Mark Woolhouse, profesor de epidemiología de enfermedades infecciosas en la Universidad de Edimburgo, y fue más allá al aseverar que “no es sólo el Reino Unido: ningún país tiene una estrategia de salida”.
Los expertos coinciden en que hay dos formas de huir del coronavirus, sin que ninguna sea rápida en el tiempo. Por un lado, la vacunación, que recién podría estar lista en 12 ó 18 meses. Por otro lado, cambiar de forma permanente nuestro comportamiento como sociedad, que permita que las tasas de transmisión sean bajas. Esto podría incluir mantener algunas de las medidas de seguridad que se fueron implementando.