Identificaron al policía que asesinó a Luis Espinoza en Tucumán

La bala que mató a Luis Espinoza, el trabajador rural desaparecido y asesinado durante un operativo policial en Tucumán fue disparada con el arma reglamentaria de uno de los policías detenidos por el hecho. Se trata de José Morales, según confirmó la abogada de la familia.

De acuerdo a los resultados de los peritajes realizados en el Laboratorio de Criminalística del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF), la bala impactó en el omóplato de la víctima. El arma reglamentaria Jericho 9 milímetros de Morales fue secuestrada.

Para realizar las pruebas, los especialistas utilizaron un microscopio del comparador balístico, que permitió analizar el plomo y las vainas servidas que fueron levantadas de la escena donde fue visto por última vez Espinoza, antes de que lo encuentren asesinado.

Además del presunto autor del disparo, por el crimen se encuentran detenidos el subcomisario Rubén Montenegro, los sargentos René Ardiles y Víctor Salinas; los cabos Claudio Zelaya, José Paz y Miriam González; el agente Esteban Rojas González, el vigilador comunal Sergio Santillán y otro civil, que es hermano de uno de los efectivos.

Dos de ellos ya habían sido señalados por la muerte de un joven de 20 años en 2018. Se trata de Claudio Zelaya y Eduardo González Rojas, a quienes la propia víctima alcanzó a acusar antes de morir.

Alan Andrada tenía 20 años cuando lo asesinaron. El 6 de octubre de 2018 la policía lo detuvo al salir de bailar. Su mamá lo fue a buscar a la comisaría y lo encontró con un ojo morado y dolor de nuca. Fue entonces que Alan le confesó que dos agentes lo habían golpeado mucho: Zelaya y González Rojas.

Pasaron los días y empezaron los desmayos y las convulsiones. Alan fue operado de la cabeza por la hemorragia interna que le habían provocado los golpes. No mejoró. El 27 de octubre entró en coma y dos días después murió.

Tal como figura en el expediente y según lo que declaró el hermano de la víctima, el 15 de mayo la policía golpeó y arrastró hasta un monte al trabajador rural, tras un operativo realizado durante un festival de caballos cuadreros en el paraje de Melcho, de la ciudad de Simoca.

Desde ese momento nada más se supo de él durante una semana. El viernes pasado, encontraron su cuerpo baleado en la espalda en la provincia de Catamarca, a 200 metros del límite con Tucumán.

La fiscal a cargo del caso sostiene que asesinaron al hombre en Melcho, después trasladaron el cuerpo hasta la comisaría de Monteagudo y, finalmente, lo descartaron en Catamarca, arrojándolo por un barranco envuelto en plástico.

Tras conocerse los resultados de las pericias, la familia de la víctima pidió que se haga justicia y que todos los involucrados en el crimen "sean condenados a prisión perpetua".

“Son todos cómplices de la muerte de Luis, necesitamos que se haga justicia, que sea perpetua para todos y que con el paso del tiempo no salgan de a uno de la cárcel” señaló Patricia Cuevas, cuñada de Espinoza.

Y agregó: "Pasan los días y la familia está destruida, es muy doloroso para sus hijos, su esposa y su madre que lo espera”.

Luis Espinoza era el único sostén de su familia y estaba reconstruyendo su casa después de un incendio. A la difícil situación económica que atraviesan se le suma la búsqueda de justicia, con una causa que se tramita a 70 kilómetros de donde viven.

Por eso, lanzaron una campaña solidaria en todo el país para recaudar fondos para la viuda del hombre y sus seis hijos. Los datos de la cuenta bancaria de una de las hijas del hombre están disponibles para quien pueda sumar su aporte.