PELIGRO LATENTE
Incendios en Córdoba: riesgo creciente por sequía y escasez de guardaparques en Argentina
La temporada seca que se aproxima y la posible llegada de La Niña aumentan el riesgo de incendios en diversas regiones, especialmente en el Delta del Paraná y el Parque Nacional Los Alerces, donde la falta de personal es crítica.
Los recientes incendios en Córdoba han despertado la inquietud sobre el estado de otras áreas afectadas por el fuego en Argentina. Con pronósticos que indican menos lluvias para la próxima temporada, el riesgo de nuevos focos de incendio aumenta, especialmente en el contexto de una sequía que ha marcado récords en la zona núcleo del país.
El Delta del Paraná y el Parque Nacional Los Alerces son dos de las regiones más comprometidas en los últimos años. Según estimaciones del Instituto Internacional de Investigación sobre el Clima de la Universidad de Columbia, hay un 70% de probabilidad de que La Niña se desarrolle entre noviembre y enero, lo que podría agravar la situación.
En el Delta, se ha observado un incremento de focos de calor, con 638 reportados en agosto y septiembre, mientras que en lo que va del año ya se han registrado 1.013. Este fenómeno no solo afecta a los ecosistemas, sino que también representa un peligro inminente para las comunidades ribereñas que han sufrido el humo de los incendios durante casi dos años.
Por otro lado, el Parque Nacional Los Alerces enfrenta un déficit alarmante de guardaparques. Según su intendente, Danilo Hernández Otaño, faltan 15 guardaparques para cubrir las casi 260 mil hectáreas del parque. En los últimos dos años, se han perdido seis guardaparques debido a traslados y jubilaciones, mientras que solo uno se ha incorporado. Este recorte de personal pone en riesgo el monitoreo efectivo de los puntos críticos del parque, donde los incendios intencionales han sido una constante en los últimos cuatro años.
“Sin guardaparques no podemos realizar las recorridas preventivas en las áreas donde históricamente se han registrado incendios”, explicó Hernández Otaño. La falta de intervención humana en áreas protegidas contribuye a la acumulación de combustible vegetal, lo que aumenta la vulnerabilidad a incendios.
Con la temporada de incendios en el horizonte, la situación se torna crítica. Investigadores de la Universidad Nacional de Rosario advierten que la falta de lluvias podría dejar material combustible en el Delta, propiciando nuevos brotes de fuego. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anticipa precipitaciones por debajo de lo normal en el Litoral argentino hasta al menos noviembre, lo que complica aún más la perspectiva de control sobre incendios forestales.