Indagaron a un testigo clave, acusado de mentir en un juicio contra Milagro Sala

René “Cochinillo” Arellano, el único testigo en el que se basó la condena contra Milagro Sala en la causa conocida como la de los “huevazos”, que le inició Gerardo Morales, fue indagado el miércoles último por falso testimonio por el juez Esteban Eduardo Hansen precisamente por haber mentido en aquel juicio.

También fue indagada su pareja, Cristina Chauque, por la misma razón. Ninguno de los dos quiso responder preguntas, según publicó Página 12.

La pareja había sido denunciada el fiscal ante la Cámara de Casación, Javier De Luca, cuando le tocó revisar ese expediente, que es una muestra palpable y arquetípica del armado de acusaciones contra la dirigenta de la organización Tupac Amaru.   

En este caso, Sala había sido condenada por una protesta contra el gobernador de Jujuy, cuando era senador y había ido a dar una charla en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, en la que ella ni siquiera participó. 

Arellano y Chauque fueron presentados como testigos por la querella de Morales, de la que se ocupaba el abogado Luciano Rivas, hoy diputado provincial.

Un informe de la Dirección provincial de Personal certificó que Arellano figuraba como personal contratado al menos entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2016. Es decir, en el mismo momento de su declaración --diciembre de ese año-- Arellano trabajaba para la gobernación de Morales, querellante en el juicio.

El testigo figuraba como empleado de la Unidad Coordinadora y Ejecutora de Planes y Programas Interministeriales con un sueldo de 10.816,58 pesos. Al explayarse, sí dijo que trabajaba en su cooperativa y que hacía obras de desyuyos y limpieza.