Santa Fe

Inédita campaña arqueológica con fines terapéuticos junto a veteranos de Malvinas

El historiador Sebastián Ávila explicó que “este tipo de arqueología se llevó adelante en Europa, en EEUU, con veteranos de guerra, pero en el caso de la región somos los primeros”.

El Centro de Salud Mental Veteranos de Malvinas realizó junto a arqueólogos la primera campaña arqueológica con objetivos terapéuticos en Santa Fe, específicamente en el campo de batalla de Pavón, en Rueda. “Es una experiencia inédita en Latinoamérica”, dijo el historiador Sebastián Ávila en conversación con TV Pública Noticias, y explicó que “este tipo de arqueología se llevó adelante en Europa, en Estados Unidos, con veteranos de guerra de otros conflictos, pero en el caso de Argentina –en el marco de la región- somos los primeros”.

Destacó la iniciativa de “invitar y llevar adelante una campaña arqueológica con veteranos de Malvinas. En este caso en lo que fue el campo de batalla de Pavón, en Santa Fe”.  

La batalla de Pavón tuvo lugar en el sur de la provincia de Santa Fe el 17 de septiembre de 1861. Se trató de un combate donde participaron alrededor de 30 mil personas, y fue un evento clave en las guerras civiles que dividieron a la Argentina en el siglo XIX.

Según Ávila, el trabajo se trata de un tipo de arqueología específica llamada ‘Arqueología de campos de batalla’, y que está a cargo del doctor Juan Leoni, y se realiza desde 2019. “Invitar a los veteranos surge para poder desarrollar lo que conocemos hoy como ‘Arqueología terapéutica’, que es un tipo de arqueología con fines terapéuticos”.

“La idea es poder llevar a los veteranos a un contexto similar al de Malvinas -campo de batalla, seres humanos enfrentándose a través de la violencia- y de esta manera relacionar la experiencia que tuvieron estos actores históricos con la de los veteranos de guerra”, detalló.

El equipo arqueológico, junto a profesionales de la salud mental y veteranos, trabajaron sobre los campos de la Estancia Los Naranjos, donde fue la batalla. El trabajo consistió en la búsqueda, mediante detectores de metales, de materiales de batalla, en un sector en donde hubo un avance de la infantería porteña con muchas bajas provocadas por la artillería y la infantería confederada.

Cuando se encontraba un artefacto atribuible al enfrentamiento, se lo registraba en planillas específicas y georeferenciadas para volcar estos datos geoespaciales en Sistemas de Información Geográfica. Estos programas posibilitan la generación de cartografías que habilitan realizar inferencias en torno a posiciones de los contendientes, así como sus dinámicas en la batalla, según explicaron los especialistas.

La campaña también incluyó espacios de socialización como el desayuno, el almuerzo, la merienda y las cenas compartidas. El equipo de salud mental armó encuentros con los veteranos para conversar sobre su primera experiencia arqueológica en un campo de batalla.