CORONAVIRUS

Inteligencia artificial: Un nuevo método permite la detección del coronavirus por voz

Se trata de un sistema innovador que una fundación trajo desde Holanda y se usa para el rastreo ultrarrápido del COVID-19.

El coronavirus parece acercarse a su punto más débil. No sólo avanzan a pasos acelerados los descubrimientos científicos y la efectividad de las vacunas sino que, además, la tecnología acompaña. La Fundación “Sonríe la Vida” trajo desde Holanda un software de testeo por voz de COVID-19, uno de los más efectivos en el estadio inicial de la enfermedad, en comparación con los otros métodos de diagnóstico, como el PCR o el análisis de anticuerpos. Constituye un verdadero avance de la inteligencia artificial en el país y se usa para la detección ultrarrápida del virus.

“El COVID-19 y todos los trabajos que estamos haciendo desde la fundación junto con empresas, hospitales, y gremios, entre otros, nos está permitiendo desde la Argentina dar un salto enorme en una nueva revolución del bienestar en la salud de todas las personas del país y del mundo, con la premisa de poder llegar a todas las comunidades”, declaró el doctor Pablo Orbelli, director de la Fundación “Sonríe la Vida” que, hace más de un año, trajo desde Holanda este innovador sistema de inteligencia artificial.

Cuando comenzó la pandemia por coronavirus, los expertos de “Sonríe la Vida” se contactaron con investigadores de Europa y Brasil, así tomaron la delantera y coordinaron un plan para llevar adelante esta tecnología conocida como resonancia protónica, en post de la detección del COVID-19. Luego, comenzaron con los testeos, lo que fue un trabajo similar a lo que se realiza en medicina laboral.

“Testeábamos todos los días a mucha gente, hasta que empezamos a entender mediante el sistema las variables de este virus. El software está formado para un mundo de opciones del bienestar de la salud. Lo que hicimos fue entender cómo el sistema nos proporcionaba información que terminaba siendo muy importante para la detección del virus. Nos enseñó cómo funciona este proceso de infección en la gente”, declaró el Dr. Orbelli.

De acuerdo a lo comunicado por la fundación, el sistema comprende dos fases: en COVID-19, donde se usa una sola opción que es la voz: hay un micrófono inteligente donde la gente habla entre 2 a 5 minutos y esa información va a un servidor para saber si tuvo contacto o no con alguien positivo y si está comprometida/o o no. “Eso tarda en total entre 3 y 15 minutos, y ahí ya se tiene la información necesaria para el diagnóstico. Luego, todo va a un centro de cómputos y se le da a la empresa una planilla con variables: quién está verde o rojo, quién se tiene que volver a escanear (así se le dice a esta práctica) y quién podría volver a trabajar o no”, aseguraron.

Para desarrollar esto en la Argentina, tuvieron que testear a muchísima gente y cruzar variables de inmunoglobulina; entender cómo funcionaba el stress inmunológico en la infección cuando se disparaba y cuando no; cuando había riesgo de que esa persona tuviera síntomas o no con 5 días de anticipación y decidir si a esa persona se la llevaba a su casa para que estuviera aislada y así se evitaban posibles contagios.

En esos meses, cambiaron todos los estándares de bioseguridad, el control de acceso, la ventilación y todo tipo de factores de riesgo que podían tener las personas en la empresa. Los especialistas tomaron información en tiempo real y hablaron con la gente de Europa para brindarle esa data.

“Los primeros dos meses, estábamos investigando. En el tercer mes, comenzamos a entender este proceso y al quinto mes, ya teníamos todo controlado. Estamos hablando de que, en una población de 380 personas por mes, durante 8 meses de trabajo, solamente una terminó internada con COVID-19, y otras 14 estuvieron fuera de la empresa con síntomas. O sea que, en total, se escaneó a 5 mil personas de las que sólo 16 sufrieron síntomas graves. Gracias a eso, la empresa siempre estuvo abierta durante la pandemia”, explicó Orbelli.

El Hospital Suipacha

Esa localidad bonaerense estaba desbordaba de casos. Tenía a su guardia policial internada y a médicos complicados. Entonces, se tomó la decisión de usar el reconocimiento por voz.. La Fundación hizo un convenio donde donó la tecnología, capacitó al personal y a partir de ahí surgió un estudio científico. Durante tres meses -mientras que la persona entraba al hospital con síntomas y se le hacía todo el protocolo-, también se aplicaba este sistema por toma de voz. Esa comparativa llegó a 144 casos. El mismo logró tener un 78% de efectividad en los primeros 7 días de la infección, cosa que no sucede con la PCR, que tarda entre 7 y 9 días.