VANTA DE PLASMA

Investigan en Salta posibles negociaciones incompatibles con la función pública y venta de plasma

El fiscal que investiga en Salta la supuesta venta de plasma de convalecientes a pacientes con coronavirus, amplió la pesquisa para establecer la posible comisión del delito de negociaciones incompatibles con la función pública en torno al caso, informaron hoy fuentes del Ministerio Público de la provincia.

Las fuentes señalaron que el fiscal penal interino de la Unidad de Delitos Económicos Complejos, Ramiro Ramos Ossorio, quien quedó a cargo de la investigación iniciada de oficio el fin de semana pasado por la supuesta venta de plasma de convalecientes para pacientes con coronavirus, tras conocerse la decisión de una empresa de facturar por las transfusiones, ahora decidió establecer si existen negociaciones incompatibles con la función pública en torno al caso.

En este marco, Ramos Ossorio solicitó informes a distintos organismos públicos y entidades privadas, para avanzar en la investigación.

Las solicitudes fueron remitidas al Ministerio de Salud Pública de la Provincia y de la Nación, a clínicas y sanatorios privados, a la obra social provincial Instituto Provincial de Salud de Salta, al centro privado HemoSalta SRL y al Ministerio de Economía provincial, entre otras medidas ordenadas en el marco de la investigación preliminar.

Esta semana se desató en Salta una polémica ante el posible cobro por las transfusiones de plasma de convalecientes a pacientes con coronavirus, y a esto se le sumó una denuncia del periodista Ángel Mansilla, de la emisora salteña FM Profesional, contra la encargada del Centro de Hemoterapia de Salta, Betina Saracino.

Frente a toda esta polémica, Mansilla concurrió al Centro de Hemoterapia a tomar información acerca de la provisión de plasma para los pacientes con Covid-19 y aprovechó para consultarle a Saracino si ella poseía una institución privada encargada del servicio de medicina transfusional.

Según la denuncia, la funcionaria sintió que el periodista le faltaba el respeto y, al concluir la nota, le manifestó: "Ojalá nunca necesites una transfusión", lo que Mansilla tomó como una amenaza.

Todo esto motivó la ampliación de la investigación del fiscal, que no solo busca saber si existió la venta de plasma, sino que además intenta establecer si existe la comisión del delito de negociaciones incompatibles con la función pública.

Una vez que reciba toda la información solicitada, el fiscal determinará si existió la comisión de delitos provinciales, como el de negociaciones incompatibles con la función pública o, el de comercialización de plasma, contemplado en el artículo 91 de la Ley 25990, conocida como “Ley de Sangre”.

La normativa establece que “será reprimido con prisión de seis meses a cinco años y con multa de diez mil pesos argentinos a quinientos mil pesos argentinos el que intermediare comercialmente o lucrare en la obtención, donación, clasificación, preparación, fraccionamiento, producción, almacenamiento, conservación, distribución, suministro, transporte, actos transfusionales, importación y exportación y toda forma de aprovechamiento de la sangre humana, sus componentes y derivados.

Los voceros detallaron que, de verificarse que existió comercialización de plasma, la investigación le correspondería al fuero federal.

La investigación comenzó el sábado pasado, cuando se conoció a través de las redes sociales y medios de comunicación de la provincia y el país, una nota a clínicas y sanatorios de la empresa denominada HemoSalta SRL.

Mediante esa notificación, el gerente de la empresa, Martín de la Arena, informó a los sanatorios y las clínicas de la capital salteña que “la trasfusión de plasma del paciente convaleciente, al ser una práctica no nomenclada, se facturará al paciente por su reintegro en la obra social o prepaga, de acuerdo al siguiente detalle: Transfusión de plasma de paciente convaleciente de Covid-19 por aféresis, $30.000”.

Hoy, en declaraciones radiales, De la Arena aseguró que "el plasma no se vende", sino que ese monto se determinó para cubrir los insumos y gastos que demanda una transfusión a pacientes con coronavirus.