LIBERACIÓN
Juan Grabois fue liberado tras su detención en el Instituto Perón: tensión política y acusaciones cruzadas
El dirigente de Patria Grande fue liberado tras pasar la madrugada detenido por liderar la ocupación del Instituto Juan Domingo Perón, cuya disolución fue ordenada por el gobierno de Javier Milei. El conflicto reaviva la disputa entre el oficialismo y sectores del peronismo por el legado simbólico e histórico de ese espacio.
Juan Grabois fue liberado poco después de las 7 de la mañana de este domingo tras haber sido detenido por liderar la ocupación del Instituto Nacional Juan Domingo Perón, ubicado en Recoleta, el cual fue cerrado por orden del Ministerio de Capital Humano. Su detención se produjo luego de una jornada tensa, marcada por la resistencia de militantes sociales y políticos, la intervención de fuerzas de seguridad y un operativo que derivó en incidentes y lesionados.
“Es un orgullo que el gobierno de Milei nos meta presos por defender el legado peronista y la identidad nacional”, declaró Grabois a la salida de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal, en Villa Lugano, donde fue trasladado. En su discurso, acusó al Gobierno de perpetrar una “ofensiva contra la memoria colectiva” y de actuar con “odio gorila” al cerrar el Instituto fundado para el estudio del pensamiento de Perón.
El episodio comenzó el sábado por la tarde, cuando Grabois, junto a militantes de su espacio y de otras agrupaciones, ingresó al edificio para resistir su desalojo, cuya fecha límite se cumplía ese día. La respuesta del Ministerio de Capital Humano fue una denuncia por usurpación y el llamado al 911.
Según explicó el Comisario General Luis Rolle, el grupo forzó la entrada del edificio, rompió una puerta y retuvo a cuatro efectivos policiales. La ministra Patricia Bullrich calificó el desalojo como un “éxito” y aseguró que la actuación policial fue “pacífica”, pese a los empujones, gases y la resistencia de los manifestantes.
Además de Grabois, fue detenido Valentín Peralta Ramos. Desde su cuenta en X (ex Twitter), el dirigente publicó una selfie desde la camioneta policial con una bandera argentina, desafiando al presidente Milei: “Meteme preso, pero la bandera no me la sacás”. El dirigente sostuvo que su accionar no fue violento, sino una “acción simbólica en defensa de la historia y el patrimonio cultural del pueblo argentino”.
En paralelo, desde el Ministerio de Capital Humano se emitió un comunicado en el que se afirmó que el Instituto representaba una carga presupuestaria de más de 400 millones de pesos anuales, sin actividad investigativa tangible. Aseguraron que el acervo histórico está resguardado y será destinado a la Biblioteca Nacional y al Archivo General de la Nación. La ministra Pettovello denunció formalmente la ocupación como “usurpación”.
La oposición reaccionó con dureza ante la detención. Diputados como Itai Hagman, Natalia Zaracho y Leandro Santoro se hicieron presentes en el lugar y repudiaron la acción del Gobierno. Por su parte, el Partido Justicialista ofreció hacerse cargo del acervo del Instituto sin financiamiento estatal, en un intento por preservar el legado del expresidente Perón.
El Instituto, emplazado en lo que fuera parte del histórico Palacio Unzué, tiene un alto valor simbólico. En 2008 fue declarado monumento histórico nacional, y durante años funcionó allí un café gestionado por una cooperativa. Esa cooperativa, respaldada por Grabois, también fue notificada del desalojo en los últimos días, alimentando el conflicto.
Grabois enfrenta ahora una causa judicial a cargo del juez Sebastián Ramos, que deberá determinar si existieron delitos como usurpación y privación ilegítima de la libertad. Mientras tanto, el dirigente social aseguró que seguirá resistiendo: “Estamos dispuestos a venir una, dos, quince veces si hace falta”.