carta abierta de paola fiege
Julio Garro y la perversión de llegar al poder a cualquier precio
Como directora de la Red 92, yo, Paola Fiege, redacté la presente carta dirigida al intendente platense, a más de cuatro años de que nos metieran presos injustamente a raíz de la persecución y el armado de causas que sufrió mi familia por la Gestapo antisindical que Julio Garro integró.
Señor intendente de la ciudad de La Plata, Julio Garro.
Pasaron cuatro años y diecinueve días desde que, injustamente, sin pruebas fehacientes, nos metieron presos a mí y a mi marido tras haber sufrido la persecución y el armado de falsas causas de la Gestapo antisindical que usted integró. Hoy me permito hacer una retrospectiva para leer las notas en las que usted miente descaradamente sobre mi marido y director del diario Hoy, el ingeniero Marcelo Balcedo, y sobre mí.
No doy crédito a la lectura y me pregunto: ¿cómo puede ser tan cínico alguien que recurrió a nuestros medios de comunicación infinidad de veces cuando no era nadie, cuando tenía muy baja performance electoral, alguien quien sin nuestro apoyo nunca hubiese llegado a ser intendente?
¿Se acuerda cuando venía a mi oficina, me cebaba mate y hablaba mal del dueño del diario El Día? Y cuando le mostraba algunas de las investigaciones de nuestros periodistas, decía literalmente “ese ruso hijo de puta” en referencia a Raúl Kraiselburd.
¿O cuando me esperaba horas sentado en la radio, hasta que llegara, para poder hablar conmigo y pedirme ayuda para poder posicionarse y que la gente lo conociera?
¿Se acuerda en las elecciones, cuando desde el servicio informativo de la radio le avisamos a las 18:30 que era el nuevo intendente de la ciudad y no lo podía creer?
A pesar de las diferencias políticas que tengo con el partido que integra, debo confesar que con usted tenía la esperanza de que se lograría la renovación de la ciudad, creí que alguien joven como usted podía cambiar lo que estaba mal e impulsar el crecimiento de La Plata. Pero con el poder usted cambió.
Hablaba de una gestión transparente, y hoy sale a la luz que su gobierno fue todo lo contrario. Se unió a la Gestapo de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, fue parte de la verdadera mafia.
Es increíble que el 9 de enero, a cinco días de nuestra detención, mientras mis tres hijos quedaron sin sus padres, salga una entrevista publicada donde usted hace de cuenta que no nos conoce.
Dice que Marcelo es un “sindicalista devenido en empresario” cuando usted, como platense, sabe muy bien que es exactamente al revés. Conoce las batallas que lleva realizadas esta familia desde el año 1992 a favor de la libertad de expresión, del cambio en la regulación de ventas de diarios y revistas en el territorio nacional, la lucha por los derechos de los medios de comunicación, ganando y siendoleading case en el otorgamiento de pauta publicitaria por parte del Estado. Conoce muy bien que mi marido inició su actividad en el sindicalismo recién en el año 2013.
También expresa: “Cuando veo semejantes lujos en propiedades, vehículos de alta gama y hasta un avión, pienso qué sentirá un portero o trabajador de la educación que todos los días se rompe el lomo para ir a trabajar y encuentra como contracara que su dirigente cosecha sospechosamente estas grandes fortunas”. De esa forma buscaba malintencionadamente la indignación pública hacia nosotros, cuando usted sabía que esa fortuna es producto de nuestro trabajo, sabía muy bien de nuestras propiedades en Uruguay, siempre decía de venir a comer un asado a mi casa.
Lo que hizo es imperdonable, con nosotros presos e incomunicados ahogaron al diario hasta que cerró sus puertas dejando en la calle a cientos de familias.
Casi se muere mi pequeña hija y no pude estar para cuidarla. Con todas las mentiras que decían sobre nosotros, pude verla solo unos minutos con un dispositivo de seguridad digno de película. No voy a olvidar su mirada asustada cuando la filmaban en la habitación del hospital; el circo debía continuar a cualquier costo. Para nosotros no era un circo: era nuestra vida y nuestro tiempo, que nunca lo recuperaremos. Lo que sufrieron mis hijos no se lo deseo a nadie. Además de tener que soportar ser huérfanos a la fuerza, los hostigaron personas como usted, que mentían descaradamente en los medios hegemónicos y eran cómplices del terrorismo de Estado cometido junto a Macri, Vidal y toda su runfla.
Hoy pasó el tiempo y salió a la luz la verdad. Se reveló lo que nos hicieron con el “ministerio de propaganda” de la Gestapo antisindical que tenías con Macri y Vidal. Es decir, con los medios alcahuetes como Clarín, La Nación, TN, Infobae, El Día, Grupo América y Perfil, entre otros, los cuales no nos dieron lugar ni espacio para defendernos (derecho a réplica). Sin embargo, nosotros, como medio independiente, defensor de la democracia y el Estado de derecho, siempre le ofrecemos a usted nuestros espacios para que explique a la comunidad su versión de los hechos y pueda defenderse. Aunque creo que es injustificable lo que hizo.
Se transformó en una persona perversa, sin sentimientos ni valores, que no merece seguir representando a los platenses.