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La ANMAT aprobó un test rápido para la detección de la hepatitis C

Es una prueba de punción digital que localiza los anticuerpos específicos del virus en menos de 20 minutos.

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó esta semana un test rápido para la detección del virus de la hepatitis C (VHC), lo que acelera los esfuerzos para eliminar la enfermedad al hacer que el diagnóstico y la atención sean más accesibles para quienes den positivo.

Se trata de una prueba rápida de punción digital que detecta los anticuerpos específicos del virus en 20 minutos o menos. De acuerdo con lo informado, el test (de uso profesional) demostró una sensibilidad del 99,3% y una especificidad del 100% en evaluaciones clínicas.

Con el test rápido, se intenta apoyar los esfuerzos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para eliminar la hepatitis viral hacia el 2030, ya que el diagnóstico temprano permite una atención médica más rápida y, consecuentemente, reduce la propagación del virus y las muertes por hepatitis.

“La prueba de hepatitis C es fundamental porque el tratamiento antiviral es muy eficaz cuando se diagnostica a tiempo. Este test requiere una simple punción de sangre en el dedo, sin equipo especial, lo que les permite a los profesionales de la salud evaluar rápidamente a los pacientes en una clínica o consultorio médico y obtener resultados en la misma visita”, explicó Oscar Guerra, director médico del negocio de diagnóstico rápido de Abbott. Y añadió: “Con acceso a resultados rápidos, los profesionales de la salud pueden diagnosticar y derivar a los pacientes para pruebas de confirmación y planes de tratamiento”.

Hepatitis C: una enfermedad silenciosa y peligrosa

A nivel mundial, 58 millones de personas viven con una infección crónica por el virus de la hepatitis C y se estima que hay 332 mil personas en la Argentina con la enfermedad.

De los argentinos que viven con hepatitis C, se cree que solo el 35% está diagnosticado. Por eso, aumentar el acceso a pruebas y diagnósticos tempranos es fundamental para tratar y reducir la propagación de la hepatitis de manera efectiva.

Según el especialista, el virus causa inflamación del hígado, que puede progresar a daño hepático grave. “Hoy en día, la hepatitis C está significativamente subdiagnosticada porque las nuevas infecciones suelen ser asintomáticas hasta que la afección se vuelve crónica durante muchos años”, advirtió.

La detección temprana de la hepatitis C salva vidas

La hepatitis C se transmite comúnmente a través del contacto con sangre infectada, incluida la exposición a sangre de inyecciones o prácticas de atención médica inseguras, transfusiones de sangre no analizadas, uso de drogas inyectables y prácticas sexuales que involucran contacto con sangre.

La detección temprana del virus de la hepatitis C puede ayudar a evitar riesgos graves para la salud. El virus puede causar hepatitis aguda o crónica, que va desde una enfermedad leve que dura unas pocas semanas hasta una enfermedad grave de por vida.

La infección por este virus es asintomática y puede provocar cirrosis o cáncer de hígado. Según la Organización Panamericana de la Salud, este virus causó casi 125 mil muertes por estas enfermedades en 2019.

“La hepatitis C crónica es la única enfermedad viral que tiene cura con un tratamiento. Su evolución a la cirrosis y cáncer de hígado es insidiosa y silente. Por lo tanto, es muy importante fortalecer la estrategia de concientización y detección temprana a través de métodos eficaces y simples que faciliten la retención y tratamiento de los pacientes. Todas las personas mayores de 45 años o aquellas con factores de riesgo deberían chequearse al menos una vez en la vida para tomar la enfermedad a tiempo y, así, poder realizar el tratamiento que corresponda”, sugirió Marcelo Silva (M.N. 57.660), médico consultor del Servicio de Hepatología y subdirector del Departamento de Desarrollo Académico del Hospital Universitario Austral.

El tratamiento antiviral está disponible y es muy efectivo para curar la hepatitis C. Las pruebas y el diagnóstico también brindan una oportunidad para intervenciones que reducen la transmisión, a través del asesoramiento sobre comportamientos de riesgo y la provisión de productos de prevención, como agujas estériles.

La OMS ha proporcionado una hoja de ruta para la eliminación de las hepatitis virales B y C como problema de salud pública para 2030, que incluye una reducción del 90% en la incidencia y del 65% en la mortalidad para ese año, en comparación con la línea de base de 2015.

A su vez, ha instado a los países miembro, incluida la Argentina, a invertir recursos para apoyar los esfuerzos de prueba y tratamiento, especialmente en las poblaciones de mayor riesgo. Para alcanzar este objetivo, es fundamental obtener un diagnóstico temprano.