POLÍTICA

La Cámara de Diputados aprobó el proyecto de Presupuesto 2021

El oficialismo reunió 139 votos para avanzar con el proyecto gracias al apoyo de bloques minoritarios.

Tras una maratónica sesión, la Cámara de Diputados aprobó con 139 votos a favor, 15 en contra y 90 abstenciones de Juntos por el Cambio el proyecto de Presupuesto 2021, que tiene como ejes centrales el aumento de gastos de capital para realizar un plan de obras públicas y una fuerte reducción del pago de los intereses de la deuda a partir del éxito obtenido en el proceso de reestructuración. La media sanción llegó después de casi 15 horas de debate
 
El Presupuesto 2021 contempla un crecimiento de la economía del 5%, un déficit fiscal de 4,5% y destina el 2,2% a gastos de capital para obras públicas.

La bancada oficialista que conduce Máximo Kirchner tiene 117 votos propios y sumó el apoyo de los interbloques Federal y de Unidad Federal para el Desarrollo y el monobloque del Movimiento Popular Neuquino. En tanto, Juntos por el Cambio optó por la abstención y la izquierda, por la negativa.

La de hoy es la primera sesión mixta con mayor presencia de legisladores en el Congreso, a pedido del principal bloque opositor que sentó a 80 diputados en el recinto, lo que obligó a habilitar las galerías para poder garantizar el distanciamiento social. A lo largo de la jornada, el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, debió solicitar, en reiteradas oportunidades, a los legisladores que se cumplan las disposiciones sanitarias y el uso de los barbijos.

Durante el debate, los diputados del oficialismo destacaron que se trata de un presupuesto que busca apuntalar el crecimiento económico y reducir el pago de la deuda mientras que desde Juntos por el Cambio señalaron que no se cumplirán las proyecciones macroeconómicas.

Al tomar la palabra como miembro informante, el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, el diputado oficialista Carlos Heller, explicó que el proyecto que “estamos considerando está basado en presupuestos que creemos realistas”.

“Se trata de proyecciones prudentes y de ir consolidando ese modelo que el ministro Guzmán llama ‘ir tranquilizando la economía’, con un modelo de racionalidad que permita combinar el crecimiento económico con políticas que tiendan a la igualdad”, expresó.

Además, señaló que en la discusión en la comisión se incorporaron "cambios al proyecto original que tienen que ver con obras publicas, con universidades y demandas provinciales". En ese sentido, Heller reconoció que es probable que "no estén satisfechas todas las expectativas, pero se hizo en un escenario de enorme demanda y de caída de los ingresos fiscales".

Heller detalló que los "objetivos centrales son consolidar la protección social de los sectores más vulnerables de la sociedad; impulsar una recuperación económica robusta en el marco de la emergencia sanitaria, económica y social; y comenzar a construir un camino de desarrollo sustentable sobre la base de una estructura productiva que asegure una generación sostenida de empleo y contribuya al bienestar social de los habitantes".

A continuación, la también oficialista y titular de la Comisión de Finanzas de la Cámara baja, Fernanda Vallejos, destacó que el Presupuesto 2021 “a pesar del dramático escenario que la pandemia ha marcado para el conjunto de los países del mundo” es “un presupuesto expansivo”.

“Este presupuesto busca dejar atrás ese país para pocos, que terminó 2019 con la inflación más alta en 3 décadas, que en 4 años empujó a la muerte a 25.000 pymes, que vio achicarse una economía que venía de crecer 2,8% en 2015 y terminó cayendo más de 2% en 2019”, agregó.

Por su parte, el diputado pampeano del Frente de Todos, Ariel Rauschenberger aseguró que el "primer presupuesto de Alberto Fernández marca el cambio de rumbo que los argentinos votaron en octubre del 2019" y señaló que "cuando ya se comenzaba a avanzar en determinadas políticas la pandemia obligó a reprogramar objetivos y proyectos".

En tanto, su compañero de bancada, Marcelo Casaretto dijo que "este gobierno tiene un plan pero no tiene un presupuesto de ajuste y neoliberal como el que les gusta a los economistas que plantean una reforma impositiva para bajarle los impuestos a los más ricos, una reforma previsional para perjudicar a los jubilados o piden liberar los flujos de capitales".


A su turno, el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto, el legislador de Juntos por el Cambio, Luciano Laspina, planteó las críticas de su bloque respecto a la formulación de gastos dispuestos en la "ley de leyes" y dijo: "Este es un presupuesto de ajuste porque el ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción) el 1° de enero no se paga más".

Laspina cargó contra el gradualismo propuesto por el ministro Martín Guzmán y lo comparó con medicina homeopática para tratar a un paciente que, a su entender, requiere terapia de shock. "Lo que nos propone el ministro Guzmán es tratar un puente de esperanzas con algunas medidas que son dosis homeopáticas para alguna situación que requeriría de una estrategia de shock", apuntó.

“Nosotros tenemos objeciones respecto a los parámetros económicos. No creemos que Argentina tenga un plan económico. Pero tampoco queremos ser una oposición que obstaculiza. Como sabemos que están finitos en los números y que necesitan a algunos aliados, la idea es abstenernos para que el Presupuesto esté, porque somos responsables, aunque esa misma responsabilidad nos lleva a no avalarlo, porque no es lo que nosotros pretendemos”, consideró al ratificar la abstención de Juntos por el Cambio.

Su compañero de bancada, el misionero Luis Pastori, en tanto, pidió al oficialismo "dejar de echarle culpas a la gestión anterior" y destacó que "un aspecto controvertido tiene que ver con jubilaciones y pensiones, ya que no hay cálculos para una Fórmula de Movilidad, que ni siquiera la conocemos" y "tampoco hay nada sobre el reclamo de rentas vitalicias, sobre la moratoria que ANSES prometió abrir".

Además, dijo que "tanto lo que tiene que ver con políticas de género, niñez y adolescencia y atención a personas con discapacidad, todas estas políticas caen en términos porcentuales reales". A pesar de esto, celebró la creación de una nueva área aduanera especial para su provincia.

Uno de los principales reclamos de la oposición y de los diputados provinciales volvió a ser el tema de los subsidios al transporte público en el interior del país, a pesar del aumento de $7.000 millones dispuesto por el Gobierno nacional a la partida inicial de $13.500 millones.

En este sentido, el diputado del bloque Córdoba Federal, Paulo Cassineiro, indicó que este proyecto "es un presupuesto posible, no ideal” y a pesar de ratificar el acompañamiento de su espacio, advirtió sobre algunos puntos “que debemos corregir, en particular el de los subsidios al transporte público”. “Reconocemos el esfuerzo del Gobierno, pero sigue siendo insuficiente e inequitativo”, destacó y solicitó también que se aumenten los recursos de las 13 cajas provinciales de jubilaciones que “no fueron pasadas a la Nación”.

En la misma tónica, el diputado del Bloque Socialista, Enrique Estévez, puntualizó que “el 80% de los subsidios nacionales se destina para la Ciudad de Buenos Aires y su área metropolitana y el 20% para el resto del país. Con esta inequidad de distribución de subsidios no hay sistema de transporte público que aguante”. “Un cambio de rumbo en el presupuesto debiera determinar políticas que garanticen el federalismo en nuestro país”, continuó.

Durante su discurso, el titular del interbloque de diputados nacionales de Unidad Federal para el Desarrollo, José Luis Ramón, ratificó el apoyo mayoritario en general de su espacio, aunque aclaró que "este presupuesto tiene un problema grave cuando hablamos de servicios públicos”. “No se está tomando en cuenta el grave problema que existe con la adecuación del congelamiento. No hay una previsión que tenga como objetivo la protección de los usuarios", insistió.

Por su parte, el diputado del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, sostuvo, al igual que su compañera de interbloque Romina del Plá, que “este es un presupuesto de ajuste a la medida de la negociación y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, lo que anticipó la decisión de la izquierda de votar en contra de la iniciativa. “Si comparamos el presupuesto 2021 con el de 2020 tenemos un ajuste en términos reales. Se ve una reducción en gastos primarios de más del 9%; en salud se pierde el 10% del presupuesto en medio de la pandemia, y no vamos a responder al argumento de que está hecho pensando que no va a haber más pandemia porque a eso lo consideramos como un insulto al pueblo argentino", agregó Del Caño.

"El ajuste contra el pueblo está en marcha y se va a profundizar. Los jubilados perdieron entre el 6 y el 15% de sus ingresos reales. Se elimina desde fin de año el IFE. Pero los subsidios a las petroleras, eléctricas y transportistas se multiplican. A la promoción del biocombustible se destinan 16.904 millones, que después tendrán que pagar los trabajadores en los aumentos del combustible", advirtió, por su parte, Del Plá.

El objetivo del oficialismo es tener sancionada la ley de gastos y recursos, o al menos una media sanción, previo al inicio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, el próximo 9 de noviembre.