ALIENADOS CON KICILLOF
La CGT se encolumnó con Kicillof y agitó la interna peronista en el Congreso del PJ bonaerense
Durante el Congreso del PJ en Merlo, la CGT formalizó su respaldo al gobernador Axel Kicillof, en una señal de reordenamiento interno que marca distancia con el liderazgo de Cristina Kirchner y tensiona las negociaciones rumbo al cierre de alianzas.
El Congreso del Partido Justicialista bonaerense, celebrado este sábado en Merlo, se transformó en una caja de resonancia del reacomodamiento de fuerzas dentro del peronismo provincial. En ese escenario, la Confederación General del Trabajo (CGT) decidió dejar de lado la cautela y respaldó abiertamente al gobernador Axel Kicillof de cara a las elecciones del 7 de septiembre.
La confirmación llegó por boca de Andrés Rodríguez, secretario adjunto de la CGT, quien afirmó: “La gran mayoría de los dirigentes de la CGT hemos dado el apoyo al gobierno de Kicillof porque representa al peronismo y es importante reafirmarlo”. La declaración no pasó inadvertida. El Congreso, organizado por el intendente Gustavo Menéndez, tenía como objetivo cerrar filas antes del 9 de julio, fecha límite para la presentación de alianzas electorales, pero el gesto sindical inclinó la balanza y agitó las aguas.
En ese contexto, el aval de la CGT representa mucho más que una formalidad: significa el alineamiento del movimiento obrero con uno de los actores más relevantes del oficialismo bonaerense y, al mismo tiempo, marca distancia con otras referencias internas como Máximo Kirchner y Sergio Massa.
Rodríguez fue más allá al reclamar una autocrítica profunda dentro del peronismo y un reordenamiento estructural. “Necesitamos reencontrarnos los dirigentes, fortalecer un proyecto claro y que surjan liderazgos desde una base orgánica. No podemos seguir dependiendo de una o dos figuras”, sostuvo, en una clara alusión —sin nombrarla— a Cristina Fernández de Kirchner.“Necesitamos reencontrarnos los dirigentes, fortalecer un proyecto claro y que surjan liderazgos desde una base orgánica. No podemos seguir dependiendo de una o dos figuras”,
Las palabras del dirigente sindical encontraron eco en las polémicas declaraciones de Héctor Villagra, jefe de la CGT de Avellaneda, quien había asegurado días atrás que no acatarán “un carajo lo que diga Cristina”. La frase, replicada en los pasillos del Congreso partidario, evidenció las tensiones latentes entre el kirchnerismo duro y sectores más moderados del PJ.
El panorama interno del peronismo bonaerense está lejos de ser armónico. La definición de los apoderados del partido —quienes tendrán injerencia directa en el armado de listas— se convirtió en un foco de conflicto. En paralelo, desde el espacio “Derecho al Futuro”, que encabeza Kicillof, ya trabajan en estrategias paralelas si no prospera el intento de unidad.
Así, mientras la CGT oficializa su apoyo y Kicillof refuerza su posicionamiento, el peronismo provincial se encamina a una pulseada decisiva, donde la cohesión parece más un desafío que una realidad consolidada.