Espionaje ilegal

La denuncia de Cristina que exponía a Larreta: “¿Hasta cuándo me van a seguir espiando?”

La actual vicepresidenta había denunciado en 2018 a la empresa Danaide cuando intentaban instalar un domo con cámaras de seguridad justo en la esquina de su departamento.

En noviembre de 2018, a través de un hilo de Twitter, la entonces senadora nacional contó que personal de la empresa Danaide (ella escribió erróneamente Donaide) intentó instalar un domo con cámaras de seguridad en la esquina de su departamento de Recoleta y ante las preguntas de sus custodios, los empleados se fueron rápidamente tras recibir un llamado telefónico.

“¿Quiénes eran estas personas? ¿Quién las mandó? ¿Hasta cuándo me van a seguir espiando? ¿Por qué Bonadio decidió no tomar la denuncia?”, acotó, luego de afirmar que el fallecido juez Claudio Bonadio no quiso tomarle la denuncia a su jefe de la custodia. En todo momento, sugirió que esas cámaras tenían como objetivo espiarla.

Ante la repercusión del caso, Danaide emitió un comunicado: “Durante la mañana del día 15/11/18 se realizaba la séptima instalación del día, en la zona de Recoleta. Los instaladores se presentaron ante la custodia de CFK; se identificaron e indicaron el trabajo que iban a realizar. Ante el pe­dido de estos de no instalar, dicha tarea no se realizó. Se informó al comitente”.

Agregaron que “Danaide SA no decide la ubicación de los equipos que instalan”, sino que son “definidas por los clientes”, en ese caso el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Y agregaron que era la séptima instalación de cámaras de seguridad que iban a realizar en el barrio de Recoleta en aquella jornada de noviembre de 2018.

Para el momento de la denuncia de la vicepresidenta, Danaide ya tenía firmados tres contratos con la Policía de Rodríguez Larreta. El primero, de 2016, para el “Servicio de monitoreo por video y control de acceso vehicular”, por $94.080.000, que a través de sucesivas ampliaciones presupuestarias y renovaciones del vínculo, el último en junio de 2021, trepó hasta los $288.120.000.

El segundo se rubricó en abril de 2017 para la “transmisión de audio y video”, es decir una primera serie de cámaras, por $14.199.840, que a mediados de 2020 ya eran $42.599.520. El tercero, un mes después, en mayo de ese año, por “instalaciones complementarias para vehículos patrulleros”, que costaron $208.134.576.

La última de las licitaciones, en plena primera ola de la pandemia, fue por la “adquisición, implementación y capacitación de una solución de firewalls perimetrales”, por $8.500.000.

La empresa también había sido beneficiada con el contrato para el “servicio de mantenimiento de pórticos equipados con el sistema de lectura de patentes” en 2019, por un total (contando ampliaciones) de otros $122.000.000.

Que te ayude Montoto 

El principal accionista y director de Danaide, Hernán Pablo Carzalo, también se conoció tiene vínculos con el exmontonero devenido en empresario proveedor de sistemas de seguridad Mario Montoto. Ambos fueron socios en la firma Tecnoview SA, que ofrecía servicios de “provisión de tecnología aplicada a la seguridad” al igual que Danaide.

Montoto es el titular de la Cámara de Comercio Argentina Israelí y quedó expuesto en el “D´Alessio gate” cuando el juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla, hizo escuchar audios de WhatsApp enviados por el fiscal Carlos Stornelli al falso abogado a los diputados de la Comisión de Libertad de Expresión, a mediados de marzo. “Es mi hermano”, le dijo el fiscal a D´Alessio en referencia a Montoto, a quien también se lo vio a los abrazos con Bonadio en un evento de las fundaciones Taeda y Finint.

En otro audio de WhatsApp que consta como prueba en la causa por espionaje ilegal, D´Alessio dice en diálogo con Pedro Etchebest, el empresario extorsionado, que trabajaba en el Ministerio de Seguridad con un sueldo de 200.000 pesos y que fue Montoto el que le consiguió ese supuesto trabajo.

Patricia Bullrich, que compartió organización con Montoto en los 70, se cruzó varias veces públicamente con el ahora empresario armamentístico y no son pocos los que señalan que detrás de las distintas importaciones de tecnología de guerra de aquél país está el lobby de un excompañero de militancia.