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La Iglesia sancionó al cura que atacó al nuevo arzobispo de Buenos Aires

El sacerdote Enrique Vázquez que definió como “gay”, “kirchnerista” y “recontrafrancisquista” al designado arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, fue sancionado por “difamación” por el obispo de San Nicolás.

El obispado católico de San Nicolás, cuyo titular es el obispo Hugo Santiago, decidió sancionar al sacerdote Rodrigo Enrique Vázquez, excapellán militar, por las expresiones que, a través de WhatsApp, pronunció en contra del designado arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, y del arzobispo platense, Víctor Fernández. En un comunicado que lleva la firma del sacerdote Gustavo Foratieri en su condición de canciller de la diócesis, el obispado de San Nicolás hizo saber que al cura se le impuso la pena de “reprensión” y “penitencia canónica”, sanción que deberá cumplir mediante un “retiro espiritual de quince días en el Monasterio Benedictino de Luján, del 8 al 22 de julio próximo”.

En la resolución que da cuenta del proceso canónico (según la ley eclesiástica) contra Vázquez, se aclara que la pena impuesta es “a fin de meditar y reflexionar acerca de su errónea conducta perpetrada como sacerdote, conforme los contenidos morales, espirituales, teológicos y bíblicos que le serán indicados por el obispo diocesano”. Se agrega además la “advertencia” de que “en caso de reincidencia la pena canónica será mayor, pudiendo llegar a la suspensión del ministerio” sacerdotal.

En una primera declaración viralizada a través de un audio, el cura Vázquez definió a García Cuerva como “gay”, “peronista”, “kirchnerista” y “recontrafrancisquista”, esto último en directa alusión al alineamiento del nuevo arzobispo porteño con el magisterio del Papa Francisco. En términos similares se refirió al arzobispo de La Plata, Víctor Fernández.

Según se consigna en el comunicado del obispado de San Nicolás, fechado el 1 de junio, el sacerdote Vázquez fue convocado por sus afirmaciones y se le solicitó que “se retracte de los dichos vertidos manifestando que eran mendaces, y que se arrepiente y pide perdón”, algo que el cura hizo de manera inmediata. Pese a ello, la autoridad eclesiástica, después de escuchar al acusado en una audiencia presencial, determinó que Vázquez incurrió en “difamación”.

Las declaraciones iniciales del cura desataron críticas y movieron al repudio de representantes de organismos defensores de los derechos humanos.

El documento del obispado de San Nicolás afirma que Vázquez “firmó y aceptó” las transcripciones de sus dichos que le fueron presentadas en la audiencia y “se comprometió a cumplir la penitencia en el lugar y los días determinados”.

La resolución formal de la sanción fue publicada en la página de Facebook del obispado de San Nicolás, donde también pueden leerse comunicados de los fieles, varios de los cuales consideran que la pena impuesta resulta insuficiente.

Hasta el momento, esta es la única reacción oficial de la jerarquía católica argentina, que optó por que fuera el obispo Santiago, superior inmediato de Vázquez, quien procediera a sancionar al cura siguiendo las leyes eclesiásticas. Consultado sobre el tema en una entrevista radial, el nuevo arzobispo porteño García Cuerva les quitó trascendencia a las afirmaciones y sostuvo que “a esta persona yo hace 32 años que no la veo, con lo cual, si la veo en la calle, no la reconozco. 32 años me parece que es un tiempo muy grande para que uno pueda atreverse a juzgar a otro y ponerle tantos cartelitos”, subrayó.